Dudas despejadas: el médico forense Alejandro Yesurón confirmó que la lesión cerebral que dejó a un chico de 15 años en grave estado en un puesto de Caucete y acarreó finalmente su muerte un día después, fue provocada por la violenta patada de un caballo, dijeron fuentes policiales y judiciales. Y así, quedó libre de cualquier sospecha Victorino González, el puestero dueño de la casa donde había ocurrido el dramático caso. El hombre estaba en la mira de los pesquisas de la comisaría 9na. porque sus versiones sobre las cirscunstancias del caso resultaron un tanto confusas.

Fabián Morán, la víctima, había ido a la casa de González entre los km. 167 y 168 de la ruta 141, porque sus padres son viejos amigos del puestero. Pero todo se complicó el martes a la noche, cuando González llegó a su casa y se topó con el jovencito semidesnudo en la cama, sin darle ninguna respuesta.

Desde entonces fue trasladado hasta el hospital Guillermo Rawson donde lo operaron e intentaron recuperarlo de la grave lesión cerebral que había sufrido. Y los policías intentaban atar cabos para saber qué es lo que había ocurrido, pues no les cerraba si el origen de la lesión había sido provocado por la caída de un caballo (como suponía González) o si en realidad había sufrido algún golpe con un objeto contundente.

El jueves en la mañana el chico dejó de existir y entonces el resultado de la autopsia fue clave. Con ese informe, el juez de Instrucción José Atenágoras Vega descartó la existencia de una maniobra delictiva, consideró el hecho como un accidente y lo pasó al juez en lo Correccional Enrique de la Torre.