‘Mamá me quiero ir de acá, vamos a la casa’. En el hospital, Lucía Lepes (9) se quejaba; podía verbalizar su dolor y sus deseos. Parecía que estaba bien, que su evolución sería otra a pesar del golpe en la cabeza y la fractura de su antebrazo derecho, las zonas de su cuerpo donde impactó un poste de madera que le cayó encima el último viernes a las 14,25. Pero todo se complicó y ayer a las 10 dejó de existir, informó la Policía.
El pilar iba a ser cambiado por empleados de una subcontratista de Energía San Juan frente a la casa de la familia de Lucía, en Calle 8 entre Cervantes y Labrador, Pocito, pero apenas los empleados de la firma Félix Rodríguez apoyaron la escalera, el poste se vino abajo y cayó justo sobre la niña, que jugaba con dos primos de 11 y 7 años. Un tío de Lucía quiso agarrarlo pero no llegó a tiempo. Lucía era la única hija de Carolina Lepes.
Ahora, se abre una investigación por homicidio culposo. Y las principales sospechas por el desgraciado accidente recaen en otra subcontratista porque, al parecer, fueron los que dejaron ese poste apenas enterrado. Justamente para evitar que cayera -dijeron- iban a cambiarlo por otro, pero ni siquiera empezaron cuando sucedió el accidente que ahora enluta a la humilde familia pocitana.

