El golpe en la cabeza lo había dejado grave, tanto que los médicos no le daban muchas esperanzas de vida. ‘Nos dijeron que solamente un milagro podía salvar a mi hermano. Su corazón estaba debilitado y no tenía fuerzas’, explicaba Estefanía, en relación al estado en que se encontraba Cristian Serafín Aguilera. Finalmente, el milagro que esperaban no se hizo. El empleado gastronómico que el domingo último chocó en moto contra un auto y salió despedido por el aire, con la mala suerte que pegó su cabeza con un poste del alumbrado público, murió ayer al mediodía en el Hospital Guillermo Rawson.
El accidente en el cruce de la ruta 40 y calle Rodríguez, en Chimbas, tuvo un desenlace fatal para Cristian Serafín Aguilera (36), quien era padre de cuatro niños. El domingo, a eso de las 11 de la mañana, él volvía en su moto Maverick 150cc a su casa en el Bº Los Cardos después de haber ido a buscar nafta, contaron sus familiares. Fue en ese trayecto por la ruta, en dirección al Norte, que se topó con el Chevrolet Corsa guiado por la docente María Nélida Sovelvio (65), que era acompañada por su marido Juan Mol (73), indicó la Policía. Según las versiones, el coche volvía de Albardón por el otro carril y giró hacia Este por Rodríguez, ahí chocó con la moto de Aguilera. Tras ese impacto, el motociclista voló alrededor de 7 metros y golpeó su cabeza contra un poste. Ni el casco lo salvó, dado que quedó grave. Ayer a las 12.50, Aguilera dejó de existir. Su madre y sus hermanas ayer pedían “Justicia”.

