El caso por la muerte de un obrero en la red cloacal de Rawson sumó un nuevo imputado. Se trata del supervisor de la obra, un ingeniero de origen colombiano que ahora también está sospechado del delito de homicidio culposo, al igual que el dueño de la empresa y el encargado de la cuadrilla en la que trabajaba Rodrigo Sánchez (24), el fallecido.

Aquel fatal accidente ocurrió el 17 de febrero último en una obra en General Acha y Progreso, en Rawson. Sánchez murió tras intoxicarse mientras realizaba una soldadura junto un compañero y el jefe de la cuadrilla en una cañería de 90 cm de diámetros y a 4 m bajo tierra. Además de que no tenían elementos de seguridad, los obreros metieron un grupo electrógeno en la tubería y los propios gases de esa máquina terminaron por intoxicarlos ante la falta de aire. El juez Eduardo Agudo entiende que los responsables de los trabajos actuaron de forma negligente. Es por eso que imputó al jefe de la cuadrilla, Guillermo Videla, y al dueño de la empresa Fénix, Rubén Molina, del delito de homicidio culposo y ordenó sus detenciones. La causa sigue avanzando. Y si bien ayer excarcelaron a Molina, el juez Agudo dispuso en la misma jornada la detención de Marcos Herazo (53), el supervisor de la empresa Lo Bruno, la firma que contrató a Fénix para ese trabajo.