Cristian Andrés Sánchez (38) murió ayer a causa de las graves lesiones que sufrió el pasado 11 de diciembre en Pocito al protagonizar a bordo de su moto un siniestro vial en el que además estuvo involucrada una carretela. Su familia duda de que se haya tratado de un "accidente" y pidió que se investigue si fue embestido intencionalmente por un supuesto problema previo que tuvo con los carreteleros. Al respecto, en la UFI Delitos Especiales confirmaron anoche que no descartan ninguna línea y que ya están ocupados en el esclarecimiento del caso.
Sánchez era camionero. Vivía con su pareja y las 4 hijas de ella (de 20, 17, 15 y 11 años) en la Villa Mercedes, en Pocito. Tenía aparte un nene de 11 años fruto de una relación anterior.
El siniestro ocurrió ese día sábado, cerca de las 21, cuando la víctima transitaba en su Zanella 125cc por Calle 6 hacia el Oeste. Unos metros antes de llegar a Vidart le ocurrió lo peor. "Los de la carretela antes habían chocado a un nene. Entonces él (Sánchez) había ido a hablar con ellos y de ahí le agarraron bronca. Un chico que fue testigo nos dijo que los de la carretela le tocaron la rueda a propósito", señaló una de las hijastras, que lo sentían "como un padre" luego de 5 años de convivencia.
El motociclista quedó tendido en la calle e ingresó inconsciente al Hospital Rawson, donde le diagnosticaron traumatismo encéfalo craneano grave, traumatismo cerrado de tórax y politraumatismos, según la Policía. Esa misma noche fue operado en la cabeza, pero nunca mejoró y ayer a eso de las 7.30 finalmente falleció. Días atrás había tenido dos "reflejos" pero "nunca despertó", indicaron en la familia.
"No podemos afirmar nada, pero tenemos dudas. Por eso queremos que se investigue. Los otros se fueron a su casa con la carretela y nunca se supo más nada. No queremos que esto quede en la nada", pidió Paola Espinoza, pareja del fallecido, al borde de las lágrimas.
Los familiares explicaron que Sánchez conocía a los carreteleros porque viven cerca de la casa de un amigo al que siempre iba a visitar y que cuando fue el siniestro iban varias personas sobre ese vehículo.
"Nos duele un montón. Cuando lo subieron a la ambulancia me dijeron que no era tanto… y ahora lo tengo muerto", expresó Paola. Mientras que sus hijas coincidieron en que lo que más van a extrañar es el buen humor del "Gordo", como cariñosamente lo llamaban.
El que está al frente de la investigación es el fiscal coordinador Adrián Riveros. Los pesquisas dijeron que será clave el aporte de hipotéticos testigos. Mientras, al cadáver ayer le hacían la autopsia en la Morgue Judicial.