Delincuentes aprovecharon que un comerciante dejó sola su casa de Pocito por unos días para llevar a Buenos Aires a que atendieran a su esposa enferma y se metieron a robar. El ataque dejó indignado a Oscar Parra (62), la víctima, quien ayer se limitó a decir a este diario que los ladrones se llevaron "de todo".
Por nombrar algunas cosas, indicó que le robaron computadoras, un horno eléctrico, vajilla, ollas y otras cosas que ayer trataba de detectar que faltaban. Y pudo ser peor, pero aparentemente algo pasó durante el ataque, pues los malvivientes dejaron varios aparatos embalados que por alguna razón no pudieron llevarse.
La casa de Parra está ubicada en inmediaciones de Ruta 40 y Calle 13, en Pocito. Atrás de la vivienda, el comerciante tiene el frigorífico donde guarda la carne que provee en diferentes locales de la provincia. A ese sector los delincuentes también accedieron, pero todo indica que allí no encontraron nada que les interesara.
La suerte de los sujetos fue diferente cuando consiguieron ingresar a la casa. Para eso violentaron las rejas de una ventana del fondo y también destrozaron una puerta. "Adentro dejaron un quilombo de la p… madre", describió el comerciante.
El golpe fue descubierto el pasado miércoles por un hermano suyo, quien hasta que regresara el dueño de casa de Buenos Aires mandó a soldar hasta las puertas.
Parra regresó durante la madrugada de ayer y de inmediato se puso al tanto de lo ocurrido. "Es la primera vez que me pasa y es horrible", aseguró, mientras aguardaba a que un hombre terminara de arreglar la puerta violentada por los ladrones.
Hasta la mañana de ayer el damnificado aún no había radicado la denuncia, pero afirmó que por la tarde lo iba a hacer.
De todas formas, efectivos de la seccional 7ma habían ido por el domicilio y ya comenzaron a trabajar para tratar de hallar a los malvivientes. También tomaron parte en la investigación policías de la Brigada de Investigaciones Sur y de la División Criminalística, quienes recolectaron pruebas de interés para la pesquisa.
La suposición es que hubo un entregador que aportó el dato de que Parra estaba fuera de la provincia y que la casa había quedado sola, según fuentes policiales.