"Mito" o "Cantor", así le decían a Herman Rodríguez (80) sus conocidos y vecinos, quienes lo consideraban "un hombre tranquilo, sano, buena persona". Y lo reforzaron con ejemplos: "Nunca juntaderas en su casa, no tenía el vicio del alcohol ni el cigarro, nunca un entredicho con ningún vecino". Su vida fueron siempre los trabajos en una finca familiar de Pocito y pasar los días con su madre hasta que ella murió y quedó solo en su casa en Alfonso XIII, al Sur de calle 13, en Pocito. Solo, pero con el apoyo incondicional de alguien que lo quería como si fuera su propio padre, su sobrino Daniel Jorquera, que siempre se daba una vuelta para ver cómo estaba, le llevaba la ropa para lavarla en su casa, le cobraba los pocos pesos que tenía de jubilación ("la mínima", precisó), le hacía las compras y lo ayudaba con el riego y otras tareas en un cultivo de alfalfa que tenía en una finca familiar de 9 hectáreas, en el callejón Berutti, situado al Este de Alfonso XIII, entre las calles 13 y 14, en Pocito.
En ese cultivo lo halló muerto un vecino el lunes por la tarde. Y la autopsia reveló ayer que "Mito" había sido golpeado y asesinado de un tiro en el rostro, que ingresó por las fosas nasales, dijeron fuentes judiciales.
"Mi tío era como un padre para mí, era una persona muy querida, muy inocente, muy sana, no tenía ningún problema de salud a pesar de sus años… no merecía que lo mataran de esa manera", dijo ayer Jorquera, conmovido.
Por el crimen del anciano están presos su propio hermano, Eliseo Rodríguez (77) y un hijo de este hombre, Jorge Rodríguez (50).
Las sospechas de la investigación que dirige el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Riveros, están concentradas en esos dos parientes de "Mito", porque era hartamente conocido que tenían problemas con el fallecido por el reparto de esas 9 hectáreas que habían sido de sus padres. Y porque hay una fuerte versión de que Eliseo había citado a "Mito" momentos antes de que lo hallaran asesinado, para encontrarse en la finca para hablar sobre ese puntual conflicto, indicaron fuentes judiciales.
Ayer sobre el mediodía, el fiscal Riveros encabezó un allanamiento en casa de los sospechosos en Alfonso XIII metros al norte de Calle 14, en busca del arma y otras evidencias para reforzar la principal teoría de la investigación.