A casi 30 años del fin de la última dictadura militar, otra vez vuelve a mencionarse la palabra "picana eléctrica". Y el que la trajo a escena fue un médico legista de la Policía, que denunció que dos detenidos a los que examinó presentaban en sus cuerpos lesiones compatibles con posible tortura mediante golpes de corriente.
La versión sobre el informe médico se fue instalando poco a poco dentro de la fuerza, pero tomó dimensión este martes cuando el conocido legista Raúl Iturrieta hizo la denuncia formal en la Fiscalía de Instrucción Nº 3 y dieron intervención al juez Guillermo Adárvez, del Tercer Juzgado de Instrucción, confirmaron fuentes judiciales. Hay un completo hermetismo en la Policía, pero trascendió que las supuestas víctimas son un detenido de una comisaría de Rivadavia y un adolescente de 17 años que cayó preso el domingo último en la Seccional 24ta. por darle dos cuchillazos a su amigo en villa Italia, Rawson.
Este último jovencito está acusado de propinarle un puntazo en la espalda y otro en el cuero cabelludo a Luis Favro, después de que ambos se emborracharan y pelearan en la esquina de Comandante Cabot y Virgen de Itatí, señaló una fuente policial. El episodio sucedió el domingo a la mañana y el adolescente fue detenido por policías del Comando Radioeléctrico.
Los que tomaron conocimiento de la denuncia, revelaron que ese mismo día el adolescente fue llevado a la Central de Policía para que lo revisara el médico legista, tal como lo ordena el procedimiento. Ahí también llegaron presos de otras seccionales. Lo que se supo es que el médico policial empezó a examinar a los detenidos y supuestamente detectó que ese chico de 17 años y otra persona presentaban marcas en sus cuerpos, como si los hubieran "picaneado" mediante descargas eléctricas, comentaron en la Policía. El profesional se vio sorprendido por las lesiones y dejó constancia de todo, eso desató el escándalo. Hay jefes policiales que le restaron importancia a lo denunciado por el médico legista, asegurando que se pudo haber confundido en sus apreciaciones o dando a entender que es imposible que los policías hayan torturado a los detenidos.
Lo cierto es que la denuncia es seria, desde el momento en que fue efectuada por el propio médico legista de la Policía que tiene décadas de experiencia examinando a los detenidos y hasta cadáveres, y en teoría sabe reconocer bien los tipos de heridas o lesiones. Además, el profesional es el que certifica las lesiones en las personas que sufrieron accidentes o fueron agredidas.
La causa empieza. Fuentes judiciales explicaron que lo primero será confirmar, mediante la opinión de otros médicos, si las lesiones existen y si son compatibles con maniobras de torturas a través de descargas eléctricas. Hugo Herrera, el papá del adolescente detenido, dijo ayer que "no sé cuál es la situación de mi hijo. Todavía no puedo hablar bien con él porque está incomunicado, pero sé que lo han reventado a golpes. Lo ví el domingo por un segundo y estaba bien. Cuando lo volví a ver el lunes, tenía un ojo morado. Ahí me abrazó llorando y alcanzó a decirme: "Papá sacame, me están dando duro". Él todavía es un niño, aunque haya hecho la taradez de un grande, no lo pueden tocar". El hombre aseguró que hoy iba a poder visitar a su hijo por un rato y podrá escuchar su versión.
