Todo se encaminaba a ser un día más en la vida de Leandro Emanuel Agüero (31 años). Sobre las 6.40, ajustaba los últimos detalles para partir hacia el Servicio Penitenciario de Chimbas donde trabaja desde hace casi cinco años con la jerarquía de ayudante de quinta. En eso estaba cuando escuchó ruidos en el fondo y salió para averiguar qué pasaba. En medio de la oscuridad alcanzó a ver a un desconocido, sacó su arma reglamentaria calibre 9 mm y efectuó un disparo al aire, para intimidar. Pero enseguida sintió que le agarraban la mano con la pistola. Era un segundo sujeto que le salió detrás de una pared de la vivienda. "Me quiso quitar el arma y en el forcejeo salí baleado, la próxima no tendrán tanta suerte", dijo, ayer, el joven que desde hace un año y medio alquila una casa en inmediaciones de la calle Corrientes, entre Mendoza y Tucumán, en Concepción, Capital.
Fue un golpe de suerte para ellos y espero que no haya próxima, no les va a ir tan bien
LEANDRO AGÜERO-víctima
Según el efectivo, todo pasó muy rápido y luego de recibir ese balazo, que le atravesó la mano izquierda destruyéndole el cuarto hueso metacarpiano, sintió que perdía fuerzas y se metió a su casa. Fue el momento en que los dos delincuentes -explicó- aprovecharon para huir por el fondo de su casa, que colinda con otra abandonada y un terreno baldío.
En la casa de Agüero su pareja y sus tres pequeños hijos dormían cuando se escucharon los disparos. Y enseguida se armó un revuelo en su casa y entre sus vecinos más próximos.
"Hace un año y medio que alquilamos acá y nunca se nos metieron a robar, es muy tranquilo y me sorprende que haya pasado algo así. Fue un golpe de suerte para ellos y espero que no haya próxima porque no les va a ir tan bien", advirtió el penitenciario.
El caso es investigado por efectivos policiales, que ayer recababan el testimonio de la víctima e intentaban localizar testigos e imágenes en cámaras de seguridad para esclarecer el caso.