Tal como anticipó este diario, el fiscal coordinador de la UFI Delitos Especiales Iván Grassi ayer mencionó formalmente entre las pruebas la declaración de un funcionario policial que estuvo en el momento en el que Juan Carlos "Pelado" Rodríguez (24) se quebró y confesó que había matado a su prima Yoselí (10). La frase que utilizó en el momento en que le notificaban su arresto fue: "Me la mandé. La maté, la maté y tiré el cuchillo en el campo". Y luego incluso indicó dónde había ocultado ese elemento con el que le asestó 11 puntazos en el cuello y el rostro.
El femicida prefirió guardar silencio ante el juez de Garantías Alberto Caballero, por consejo de los defensores oficiales Hugo Trigo y Lucas Quiroga.
Como pidió Fiscalía, el magistrado le dictó prisión preventiva por un año en el Servicio Penitenciario y concedió el mismo plazo para la investigación, no haciendo lugar al pedido de detención domiciliaria efectuado por la defensa.
"La descripción del hecho de por sí estremece hasta las entrañas de quien lo va a relatar", esbozó el fiscal Grassi antes de pasar a relatar cómo se desencadenó el crimen ocurrido el primer día del año en Media Agua, Sarmiento. Para los acusadores entre las 4 y las 6 Rodríguez entró a la casa de su madre Inés, donde dormía su prima Yoselí, y se la llevó alzada hasta el descampado colindante, a unos 80 metros.
"Nunca nos imaginamos que iba a hacer esto.Volvió para arruinar nuestras vidas".
JUAN PEREYRA – Tío de Yoselí
En ese lugar la violó (presentaba desgarros en zona vaginal y anal) y, para lograr la impunidad de esa acción, la mató con un cuchillo tipo Tramontina que luego enterró parcialmente a unos 50 metros. El homicida antes de huir arrastró el cuerpo aproximadamente 5 metros, hasta dejarlo semioculto detrás de unos pastizales más altos.
Según Fiscalía la víctima intentó defenderse, dejando evidencias en el cuerpo del femicida, sobretodo en sus piernas.
"Nunca nos imaginamos que iba a hacer esto, nunca lo vimos con malas intenciones. Por más borracho y drogado que estaba no se justifica lo que hizo. Nunca terminamos de conocer a las personas. Volvió de Puerto Madryn para arruinar nuestras vidas", lamentó ayer Juan Pereyra, tío de la niña, en diálogo con este diario.
Una prueba clave con la que espera contar el Ministerio Público Fiscal, además de las prendas con sangre que le hallaron al sospechoso, es un cotejo genético puesto que en el cuerpo de la niña habrían quedado restos de semen que ahora serán analizados.
Sin embargo, los acusadores dijeron que ya cuentan con suficiente material probatorio, sobretodo los múltiples testimonios recolectados que lo ubican cuando escapaba de la escena, caminando rápido y visiblemente nervioso.
Marcharon ayer en Media Agua
Ayer por la mañana vecinos de Sarmiento marcharon por las calles de Media Agua para pedir justicia por Yoselí. Hubo reclamos en la sede municipal y en la comisaría 8va. En ambos sitios fueron recibidos y pudieron expresar sus quejas.
La bronca de un tío de la nena
"Es una cosa que no se puede creer… no sé qué pensó este niño (Juan Carlos Rodríguez), un niño de la familia, un niño que se ha criado con todos", dijo ayer a la prensa Rubén Rodríguez, tío de la víctima, mientras marchaba en Media Agua.
Tembloroso, cocinero y conflictivo
Con una camiseta del Bayern Munich con el número 11 de James Rodríguez, una malla colorida y ojotas, Juan Carlos "Pelado" Rodríguez fue llevado a las 11,30 de ayer a la Sala 6 del subsuelo de Tribunales. Adentro lo esperaba una decena de fotógrafos y camarógrafos, y al parecer se vio intimidado, pues su cuerpo comenzó a temblar. Con la salida de las cámaras, se tranquilizó un poco y brindó al juez sus datos personales. "No tengo domicilio, estoy viviendo en la casa de una prima", explicó cuando le preguntaron por su domicilio. Luego afirmó que estaba trabajando como cocinero en un comedor de Media Agua (situado sobre Ruta 40) y expresó que anteriormente no había tenido problemas con la Justicia. Según fuentes judiciales, el sujeto nacido el 17 de octubre de 1997 hacía unos tres meses había regresado de Puerto Madryn, donde hacía dos años había ido supuestamente a pasear a la casa de una hermana, quedándose a probar suerte como changarín. Desde su regreso pernoctaba en la casa de su prima, a unos 800 metros del predio donde viven sus otros familiares, incluida su madre y la familia de Yoselí. Sin embargo, gran parte del tiempo lo pasaba en ese sitio, rodeado de sus familiares, que fueron descriptos por fuentes del departamento como "conflictivos", al igual que él. El sospechoso cuenta con dos documentos, uno con domicilio en San Juan y otro en Chubut. La noche del crimen, según allegados, estaba bajo los efectos del alcohol y posiblemente drogado, aunque luego, con el hallazgo del cadáver y el arribo de los pesquisas, inicialmente montó una farsa para tratar de zafar. Por ejemplo, dijo que tenía sangre porque había estado peleando. Hasta que no aguantó la presión y terminó confesando todo.