Pareció otro accidente de tráfico trágico y desafortunado. Un motociclista más en el año que moría después de ser atropellado por un conductor imprudente de un auto. Sin embargo, un accidente ocurrido el sábado poco antes de las cinco de la tarde en la esquina de las calles rosarinas Ovidio Lagos y General Lamadrid desató una trama de irresponsabilidad al volante, infracción de la ley y una aparente inacción de la Justicia.
Alejandro O., de 36 años, chocó el sábado por la tarde con su auto contra una moto conducida por Sergio Rubén Morán. A raíz del incidente, el propio Morán perdió la vida.
Según le informaron fuentes cercanas a la fiscalía de la Unidad de Homicidios Culposos del Ministerio Público de la Asociación de Santa Fe, el conductor del Corsa se dirigía por Lagos, mientras que la moto, por Lamadrid. Al llegar al cruce, un tercer vehículo, que también circulaba por Lagos, le cedió el paso a la moto de Morán.
Sin embargo, Alejandro O. no mantuvo el mismo accionar que el otro auto y embistió a la moto cuando ésta intentaba cruzar la avenida. El Corsa luego chocaría también con otros dos autos estacionados, pertenecientes a una concesionaria de la zona.
Morán murió en plena calle, antes de que los paramédicos pudieran atenderlo. Una vez consumado el hecho, la fiscalía a cargo de la doctora Valeria Piazza Iglesias realizó los análisis pertinentes de alcoholemia y alcoholuria al conductor del vehículo y también se solicitaron los antecedentes penales de Alejandro O. Fue entonces cuando se dio luz al escándalo del caso.
Según pudo corroborar la fiscal, Alejandro O. había sido condenado en un juicio abreviado en 2016 a la pena de tres años de prisión condicional por haber protagonizado al volante otro accidente de auto, en el que murió un chico de 9 años, hijo de su entonces pareja. Parte de esa condena también contemplaba una inhabilitación para conducir un auto durante el período de cinco años. Por lo cual, Alejandro O. podía volver a manejar un vehículo recién en 2021. Además, se corroboró que Alejandro O. tenía la licencia de conducir vencida.
Ese accidente anterior ocurrió en la madrugada del 27 de septiembre de 2015, precisamente en la misma avenida Ovidio Lagos. Ocurrió a unos 900 metros del siniestro del último sábado. En aquella ocasión, cerca de las 2 de la madrugada, Alejandro O. circulaba en un Fiat Palio junto a su entonces pareja y al hijo de ella, Kevin Rojas, de 9 años.
En un momento, Alejandro perdió el control del vehículo cuando circulaba a una velocidad más alta de la permitida y se incrustó contra el paredón de un domicilio ubicado en Ovidio Lagos al 6900. El pequeño Kevin Rojas perdió la vida en el instante y su padrastro recibió la condena a ejecución condicional por "homicidio culposo agravado por la conducción imprudente de un vehículo automotor".
Alejandro O. no cumplió prisión efectiva en el transcurso de los últimos tres años. Sin embargo, a raíz del accidente del último sábado, se espera que su situación cambie de manera inminente. Aun así, todavía sigue libre en la calle.
La fiscal Piazza Iglesias imputó el lunes al conductor por el delito de "homicidio culposo, agravado por la conducción imprudente de un vehículo automotor" y además quedó imputado por "quebrantamiento de pena" al haber infringido la inhabilitación para conducir vehículos. Ambos delitos, en concurso real.
Ante tal escenario, la fiscalía de la Unidad de Homicidios Culposos solicitó ante el juez Facundo Becerra el pedido de prisión preventiva para Alejandro O., ante el riesgo de fuga o de entorpecimiento de la causa.
"Este hombre sabe que, después de haber sido condenado anteriormente, una nueva sanción por homicidio culposo y quebrantamiento de pena ya no sería de ejecución condicional. Por lo tanto, tendría que cumplir prisión efectiva", afirmó una fuente cercana a la investigación.
"Entonces, hay riesgo de que el hombre intente escaparse o pueda llegar a amenazar a los testigos del accidente del último sábado", agregó.
Sin embargo, el juez Becerra hizo lugar al pedido de libertad de la defensa y hoy el conductor involucrado en las dos muertes puede pasearse por las calles con normalidad.
La defensa de Alejandro O. argumentó que el conductor tiene un trabajo estable, domicilio fijado y que el hombre pensaba que ya estaba habilitado para poder volver a conducir.
¿En qué se basa ese último punto del argumento? La ley santafesina indica que una vez pasada la mitad de la condena de inhabilitación, los conductores pueden volver a recibir un permiso para manejar vehículos nuevamente. Sin embargo, según pudo averiguar Infobae, ese nuevo permiso tiene que ser otorgado después de que la defensa realice una audiencia con la fiscalía interviniente en el juicio de su condena anterior y se certifique que la persona ya se encuentra en condiciones de volver a conducir.
Los abogados de Alejandro O. argumentaron al juez que el conductor pensó que esa habilitación se le había otorgado de forma automática y sin ningún trámite mediante y que por ese motivo volvió a subirse a un auto.
Asimismo, el juez Becerra le otorgó a Alejandro O. la libertad con las condiciones depresentarse una vez por semana a la oficina de gestión judicial correspondiente para brindar una firma, con la imposibilidad de acercarse a un radio de 200 metros al lugar del accidente del último sábado y con el pago de una fianza de 5.000 pesos.
La fiscal Piazza Iglesias presentó así una apelación a la resolución del juez, pedido que será atendido por un nuevo magistrado en el transcurso de la próxima semana.