Cinco de mayo de 2013, domingo, mediodía. En las calles del barrio Marquesado III, Rivadavia, se palpitaba la previa de un Boca-River, con bebidas de por medio. Hasta que ese paisaje barrial se alteró en una esquina: ‘Qué mirás gato‘, disparó, insultante, un joven en moto que había encarado hasta un grupo y desistió al ver a su rival. Era Sergio Damián Paredes, el ‘Doblado‘ (22) quien tenía problemas con Pablo Marcelo ‘Pablito‘ Muñoz (21).
Ese breve cruce derivaría en otro episodio violento: cuando Paredes volvió, ‘Pablito‘ se le atravesó en la calle y le escupió el rostro, pero el ‘Doblado‘ siguió, limpiándose la cara. Parecía asunto terminado, pero momentos después, Paredes volvió en moto con Adrián Emanuel ‘Gringo‘ Tello. Esta vez paró a unos metros, encaró a su contrincante y sacó un revólver calibre 22. Muñoz buscó arreglar todo ‘a las piñas‘, pero Paredes le apuntó al pecho y disparó.
Huyó luego en moto con Tello, en medio de las piedras que le tiraban los amigos de Muñoz, que luego del balazo no tuvo escapatoria: murió en un hospital.
Esta semana, ambos acusados admitieron en un juicio abreviado haber cometido los delitos que les atribuían. Y ante el juez José Atenágoras Vega (Sala II, Cámara Penal) aceptaron ser condenados. Paredes aceptó 10 años y 8 meses por homicidio, agravado por uso de arma de fuego, al firmar un acuerdo con su defensor Francisco Micheltorena y la fiscal Alicia Esquivel Puiggrós. Tello admitió una participación secundaria en el crimen y firmó con la fiscalía y su defensor Carlos Torres, por 5 años y 4 meses.
Pero en los juicios abreviados -explicaron- el juez puede modificar la calificación del delito y aplicar la misma pena o una menor. Y eso pasó: Vega entendió que en el crimen no existió el agravante porque no hubo intimidación previa con el arma de fuego, y por eso aplicó 8 años de cárcel a Paredes. Y a Tello lo castigó con 3 años y 6 meses por encubrimiento agravado y no por partícipe, indicaron.

