Una joven de 23 años quedó detenida la noche del lunes en Mendoza, apenas arribó al hospital Lagomaggiore con su beba aún pegada a su vientre por el cordón umbilical, y a punto de morir a causa de golpes (tenía dos fracturas en su cráneo) y cuchillazos que presentaba en el cuello y el tórax. La única sospechosa por lo menos hasta ayer, era su propia madre, domiciliada en Capital, informó el diario Los Andes y la agencia DyN. La mujer ingresó al hospital a las 22,40 y su beba de 39 semanas de gestación murió a la 1,30 de ayer, precisaron. Quedó acusada de homicidio agravado por el vínculo, castigado con perpetua.
