Un joven de 23 años fue asesinado anoche de por lo menos un disparo en el pecho en Villa Urquiza, Santa Lucía. Al cierre de esta edición, los investigadores policiales suponían que se trató de un ajuste de cuentas, porque una versión que intentaban confirmar instalaba la teoría de que la víctima había recibido amenazas de muerte un tiempo atrás, dijeron fuentes policiales.
El fallecido fue identificado en la Policía como Matías Hernán Córdoba. Y quedó mortalmente herido en medio de un gran charco en la oscura vereda de una casa abandonada en calle Urquiza al 1485, entre Necochea y Chacabuco, Santa Lucía, precisaron voceros del caso.
‘Disculpame, pero no te voy a decir nada’, dijo anoche a este diario el padre del fallecido, escuetamente, en medio de varios vecinos.
Los primeros datos que trascendieron sobre el hecho indicaban que Córdoba pudo haber llegado a ese lugar (vivía a la vuelta) a comprar una botella de jugo con un amigo y luego de tomarla se quedaron en el lugar donde fue ultimado, porque allí solía juntarse con sus amigos. Fue ahí que aparecieron otros dos sujetos a pie y uno de ellos, supuestamente sin mediar palabra, le disparó al menos una vez y huyó con su cómplice.
El joven que acompañaba a Córdoba también escapó del lugar, pero cuando vio que llegó la Policía, volvió a la escena del crimen y allí un vecino lo señaló como quien estaba con la víctima. Por eso ahora ese joven de 25 años, era una pieza clave para esclarecer el homicidio, informaron fuentes de la investigación.
Anoche, el relevamiento de pruebas y otras medidas para esclarecer el caso era dirigido en persona por la juez del caso, María Inés Rosselot, titular del Quinto Juzgado de Instrucción.
