Pasadas las 9.30 fue vista barriendo la vereda, como todos los días. Casi media hora después uno de los hijos comenzó a llamarle pero no contestaba el teléfono. Y cerca de las 13 un vecino contactado por ese preocupado familiar descubrió lo peor. La jubilada María Pérez (82) estaba tirada en la cocina, muy cerca de la puerta de ingreso, sobre un charco de sangre que brotaba de su cuello. La puerta reja de la calle estaba abierta y el vecino no necesitó entrar para verla, porque la de la cocina lo estaba también. Shockeado, dio aviso al hijo y al ratito esa vivienda ubicada en la Villa Paolini de Pocito estaba llena de pesquisas que, con las primeras pruebas, determinaron que la anciana murió por los dos cortes que le propinaron en el cuello presuntamente con un viejo cuchillo con mango de madera y hoja lisa de unos 10 centímetros que fue encontrado sobre la mesa, con manchas de sangre. La señora tenía además un golpe en la frente.
¿Por qué? Esa era la pregunta que vecinos, familiares e investigadores se hacían ayer. Les costaba entender tanta saña contra una mujer prácticamente indefensa. Lo concreto es que la hipótesis más fuerte es que se trató de un crimen en ocasión de robo. Suponen que la anciana sufrió las consecuencias de enfrentar a él o los ladrones. La reconstrucción de los pesquisas arrojó que al parecer los atacantes entraron detrás de la mujer, posiblemente entre las 10 y las 10.30, cuando ella terminó de barrer o cuando regresó de la verdulería. Por eso ningún ingreso estaba violentado. Los investigadores creen que apenas entraron intentaron reducir a la víctima y que ella se resistió o al menos gritó. En ese momento la agredieron hasta degollarla y después velozmente revisaron la cocina, el comedor y su habitación. Hay otra pieza pero allí no había desorden, a diferencia de los otros sectores donde sacaron cajones y revolvieron todo. Según fuentes judiciales, los ladrones habrían huido apurados al darse cuenta del estado de la mujer. No se llevaron aparatos pero sí un monedero donde Pérez guardaba dinero. Los familiares hasta anoche no habían descubierto el faltante de más cosas. Ellos indicaron a los pesquisas que en el monedero había como mucho $20.000, más no.
Los fiscales Iván Grassi y Renato Roca (UFI Delitos Especiales) estuvieron ayer comandando el trabajo del resto de los pesquisas. El cuerpo fue enviado a la Morgue Judicial, donde al cierre de esta edición le practicaban la autopsia, un informe clave que puede echar luz al caso. Hasta anoche no había detenidos.
Según los vecinos, "Doña María" era muy activa y no daba señales de tener mucho dinero. El 3 de agosto del año pasado había sido asesinado otro habitante de la Villa Paolini, llamado Manuel Antonio Muñoz (70).