‘¡Díganme donde está mi hija, díganme que está viva, díganme que está bien!’. María Argentina Ahumada se repetía en suplicantes pedidos de respuesta en el ingreso a la Seccional 19na de San Martín, con el rostro empapado en lágrimas, ante el desesperado esfuerzo de su hija Claudia por contenerla. Del otro lado, el gesto serio y el incómodo silencio en los uniformados daban a la mujer la señal de que algo no estaba bien. Hasta que conoció la verdad de boca de Claudia y entonces los gritos desgarradores y el dolor se hicieron incontenibles.
La noticia que no hubiera querido escuchar nunca María era que su otra hija, Laura Vanesa (27) había sido encontrada sin vida en el caudaloso canal General Caucete y Divisoria, en Caucete, a unos 7 kilómetros de donde había caído, el canal Perón, San Martín, por causas que ayer no estaban del todo claras.
Según Claudia, su hermana sufría una suerte de retraso mental por el cual era considera discapacitada. Era madre de dos varones de 9 y 6 años, y una nena de 4, que fue testigo de la caída.
Laura vivía en la Villa San José, en Costa Canal entre 4 y 5, Rawson. De allí había partido con sus niños a visitar a una amiga (que vive en el barrio Bella Vista, San Martín) a la que había conocido en el banco de cobrar su pensión. En la policía aseguran que la joven con sus niños llegaron en la tarde de ayer y que minutos después de las 17 salió hacia el fondo con su nena, con supuestas intenciones de mojarse los pies en el canal.
El punto que no cerraba para los pesquisas era que intentara esa simple maniobra en un lugar donde debió colgarse de sus manos en una de las paredes del canal, y que ni aún así lograra alcanzar el agua con sus extremidades. Al parecer, la mujer habría estado bajo un estado depresivo por problemas con su ex pareja y por eso no descartaban la teoría del suicidio.
