Una desgracia sacude la mañana sanjuanina. Un accidente de tránsito se cobro una vida, pero tuvo un ingrediente extra que magnifica el tamaño del horror: la chica que viajaba murió calcinada dentro de un auto y su novio nada pudo hacer. Pero ¿cómo se supone que ocurrió el siniestro?
Según fuentes policiales, cerca de las 3 de este viernes, el vehículo viajaba en inmediaciones del dique partidor San Emiliano, en calles Costanera y Benavídez, en Rivadavia. Creen que iba a alta velocidad cuando se estrelló contra un paredón de un puente. Ni bien impactó, se prendió fuego.
Los bomberos de la Policía de San Juan no entienden por qué el vehículo, un VW Bora, se incineró tan rápido. Es por eso que sospechan que el vehículo, que era conocido en el ambiente fierrero por correr picadas, tenía un tubo de nitrógeno (es una de las formas que existen para aumentar la potencia de un motor).
Otro elemento que encontraron en la escena del accidente fue que el cuerpo de Angélica Rojas, de 25 años, quedó en el asiento trasero. Los pesquisas especulan que por la violencia del impacto terminó en ese lugar. Fue allí donde, inconsciente, no pudo hacer nada y el fuego la consumió, detallaron.
Mario Alejandro Sánchez, de 41 años, logró salir y terminó ileso, pero nada pudo hacer para salvar a su novia cuando el fuego tomó por completo el auto.
Sánchez fue hospitalizado, atendido y a las horas despachado, para quedar alojado en un calabozo de la Comisaría 30ma donde permanecerá hasta que el juez resuelva, caso que cayó en el Cuarto Juzgado Correccional a cargo de María Silvina Rosso de Balanza.