Brian Aguinaco murió a los 14 años, tras ser baleado por motochorros en Flores. Tras el hecho, se produjeron marchas, incidentes y planteos políticos. Mientras tanto, un chico de 15 años escapaba hacia Chile, con una autorización firmada por sus padres. Su viaje se interrumpió el miércoles, cuando fue detenido en Santiago y acusado de ser uno de los dos ladrones que participó del brutal crimen.

 

El sospechoso, identificado como Brian igual que la víctima, salió del país el lunes siguiente a Navidad, dos días después del robo en el que Aguinaco recibió el balazo en la cara. Su nombre había llegado a los investigadores el domingo, a partir de un testigo. La División Homicidios de la Federal lo rastreó hasta su casa de la villa 1-11-14 del Bajo Flores e investigó su Facebook y el de sus familiares. Así supieron que el lunes se tomaría un avión en Aeroparque.

 

Aún sin pruebas suficientes para arrestarlo, la Federal siguió al adolescente, a su madre y a su tía hasta el aeropuerto. Allí, la Policía Aeroportuaria monitoreó cómo pasaba Migraciones con un permiso firmado por sus padres y tomaba un vuelo de LATAM a Santiago de Chile. A través de Interpol se pidió colaboración a Chile, donde determinaron que el padre del chico iba a recogerlo al aeropuerto.

 

La Federal pidió el “alerta azul” para oficializar un pedido a Interpol para que rastreara al chico, mientras se juntaban pruebas para ordenar su detención. Entre tanto, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se comunicaba con el ministro del Interior de Chile y le pedía colaboración. Interpol ubicó al adolescente y a su padre en una casa, no muy lejos de la vivienda de unos tíos. Los puso bajo vigilancia y notificó a la Argentina. Finalmente, el juez Ricardo Farías ordenó la detención de Brian, pero por tratarse de un menor ésta no tenía carácter internacional.

 

Ante esto, Bullrich volvió a comunicarse con Chile, envió la orden de detención y pidió que la usaran como argumento para expulsarlo del país. Sin embargo, las autoridades chilenas descubrieron un mecanismo más veloz: el padre del acusado tiene una condena por narcotráfico en la Argentina y no la había declarado al ingresar allá.

 

Con ese argumento, los chilenos detuvieron a Brian y a su padre en la noche del miércoles y avisaron a Bullrich, con quien acordaron que los llevarían hasta el paso de Cristo Redentor, en la frontera con Mendoza, y que allí los expulsarían.

 

Dos agentes de Interpol viajaron ayer a la mañana hacia Mendoza y, pasadas las cinco de la tarde de ayer, recibieron a los “expulsados”. El menor quedó detenido de inmediato, bajo la acusación de homicidio. Anoche se evaluaba a qué hora lo traerían a Buenos Aires, donde lo indagará el juez de menores Enrique Velázquez.

 

El chico es argentino pero tiene nacionalidad peruana. Sus padres son de Perú y, según fuentes del caso, están vinculados al narcotráfico de la villa 1-11-14. En un momento se temió que lo mandaran a esconderse a aquel país, algo que iba a dificultar aún más traerlo de regreso.

 

Más allá de la condena de su padre, su madre está hoy bajo investigación en una causa de drogas. Tiene en su haber decenas de viajes a Perú, que ahora están bajo la lupa. Se habla de más de 40.

 

Momento en el que el supuesto autor llegaba a Aeroparque

 

 

 

 

Fuente: Clarín