Fabián Armando Luque negó ayer ante el juez Martín Heredia Zaldo haber cometido delito alguno contra una antigua paciente suya que el 27 de abril pasado lo denunció por varios manoseos, incluso el que consideró más grave, ocurrido el 21 de diciembre último.

 

Tras su declaración, recuperó la libertad, pero con los condicionamientos de rigor: tiene una orden de restricción de 400 metros a la denunciante, no puede abandonar la provincia y debe compadecer ante el juzgado una vez por semana. 

 

Luque  aportó al juez pruebas para demostrar que nunca ocurrieron las maniobras que detalló la denunciante por varios motivos: como el hecho de que la sala donde atiende es abierta, tiene tres camillas en la que habitualmente atiende en simultáneo a tres pacientes y en la que también tiene escritorio su propia esposa.

El letrado dijo además que el profesional se mostró sorprendido por la denuncia pues no sólo atendió a su denunciante sino también a varios de sus parientes, desde el año 1998. En su declaración, describió además que su profesión trata precisamente del abordaje en el físico de los pacientes, con terapias varias según el problema.