Priscila Castillo (21) y su pareja ya no saben qué hacer. Sufrieron tres ataques de delincuentes desde que mudaron su verdulería a calle Lemos a metros de Salvador María del Carril, en Pocito. El último miércoles, tuvieron suerte: los ladrones llegaron solamente a abrir la ventana y forzar las rejas. Hubo daño y no robaron nada, pero quedaron tan alarmados que optaron por modificar su rutina a un punto extremo: se van a dormir al negocio, turnándose y arriesgándose a toparse con los ladrones.
El local es conocido por los delincuentes, que parecen ser los mismos que, en cuatro meses, atacaron el lugar cinco veces, las dos anteriores a otros comerciantes.
Esos primeros dos robos los sufrieron los antiguos inquilinos de ese local, unos vendedores de ropa de nacionalidad boliviana a los cuales les llevaron toda la mercadería en una semana. Desde su mudanza, Priscila y su pareja se convirtieron en el nuevo blanco de los malvivientes de la zona.
El primer ataque lo sufrió la noche del 20 de diciembre de 2018, cuando un exempleado de ella le robó un parlante que, increíblemente, identifico 5 días después en una foto que el delincuente subió a su cuenta de Facebook. ‘Hice la denuncia pero todavía no me lo dan desde el juzgado y ya presenté todos los papeles‘, se quejó.
El segundo robo se produjo hace dos semanas, un miércoles en la noche, cuando le hicieron un boquete en el techo y le llevaron dos balanzas digitales, perfumes de la mercería que estaba armando, y para colmo, dos cámaras de seguridad que había instalado después del primer delito.
En total, calcula que ya le han robado más de 20.000 pesos. ‘Ni siquiera termino de pagar las balanzas y ahora tenemos que dormir acá por miedo a perder mas‘, dijo con impotencia.
Desde el último intento de robo decidieron empezar a quedarse por las noches, acomodándose entre frutas y verduras, para no resignar más ingresos.
Pero no será lo único que hará. Ya empezó a juntar firmas para pedir que pongan una cámara de seguridad policial en la esquina. Según vecinos, la zona es frecuente escenario de arrebatos, asaltos y golpizas a las víctimas. Tres días atrás, hubo destrozos en un centro de salud de Villa Constitución, donde quisieron meterse a robar.