Quebrados por el llanto, así recibieron Juan Alberto Guerra y su hijo Francis la decisión de que no volverían a prisión. Su abogado, apelará la prisión preventiva y también la sentencia en su contra.

 

Cuando Francis Danilo Guerra (19) escuchó que otra vez debía con su padre volver a la cárcel donde no la habían pasado nada bien durante 4 meses por herir a un funcionario judicial, se desplomó prácticamente como si hubiera muerto, dijeron fuentes judiciales. Fue tan dramática la escena, que su padre sufrió un pico de presión y ambos debieron ser internados el mismo martes en la siesta. Al recomponerse, siguieron presos en una comisaría porque el juez de Flagrancia, Carlos Lima, les había negado la libertad mientras no esté firme su fallo, que resultó más gravoso que el primero: en mayo, los Guerra recibieron 1 año de prisión efectiva. Pero luego de que esa sentencia fuera anulada por vicios procesales, Lima tomó el caso y les aplicó 1 año y 3 meses de cárcel, con prisión preventiva.

Pero ayer dio marcha atrás y adhirió al planteo del defensor César Jofré, para que se les otorgue la prisión domiciliaria por sus problemas de salud. Así, Juan Alberto Guerra (44) y su hijo Francis estarán con su familia y serán vigilados por la Policía hasta que les coloquen pulseras electrónicas.

La decisión de "morigerar la prisión preventiva" fue recibida entre lágrimas por los imputados y sus familiares, que nunca habían pasado por una situación similar.

El hecho que complica a los Guerra ocurrió sobre las 14 del 9 de mayo pasado en el cruce de Ignacio de la Roza y Meglioli, Rivadavia. Ambos iban en moto al hospital Marcial Quiroga porque el joven debía ser operado de urgencia de apendicitis. Pero en el camino discutieron por el tránsito con el director de Informática del Poder Judicial, Miguel Godoy, que iba en un grupo de ciclistas. Según la acusación, lo atacaron y le quebraron el antebrazo izquierdo. Y el joven lesionó además a un amigo de Godoy, Darío Ramírez.

Cuando llegaron a Flagrancia, su anterior abogado adhirió a que fueran condenados a 1 año de prisión efectiva, pero asumió Jofré como nuevo defensor y apeló el fallo.

Cuatro meses después, el tribunal de la Sala III de la Cámara Penal anuló todo, liberó a los Guerra y ordenó un nuevo juicio en el que Jofré pidió que sean absueltos y la fiscal Virginia Branca, 1 año y 8 meses de cárcel efectiva. Muchos suponían que, si eran condenados, sería sin encierro o que seguirían libres porque el fallo no está firme. Pero no fue así y ahora Jofré apelará por partida doble: la prisión preventiva y también la sentencia.