
A veces no podía caminar del dolor, pero no era sólo ese su sufrimiento, también estaba la angustia y el trauma por esos constantes ultrajes a los que la sometía ese cartonero al que consideraba su padre. Dos años tuvo que soportar todo esto la chica de 14 años hasta que descubrieron que estaba embarazada y que el bebé que esperaba era producto de las reiteradas violaciones por parte de ese sujeto.
El caso se conoció en agosto pasado en Rivadavia y el acusado, cuya inicial del apellido es G (no se lo identifica para preservar a la víctima), tiene 32 años. Él esta preso desde aquel entonces y esta última semana el juez Benedicto Correa, titular del Quinto Juzgado de Instrucción, lo procesó con prisión preventiva por los delitos de abuso sexual con acceso carnal reiterados, agravados por la guarda, y corrupción de menores agravada también por la guarda y porque la chica era menor de 13 años. El primer delito tiene penas de entre 8 y 20 años de cárcel y el segundo entre de 6 años a 15 años de prisión.
El juez Correa empezó a investigar la causa el 30 de agosto pasado tras la denuncia de la madre. Y todo salió a luz porque la chica se descompuso y fue examinada a un hospital, tras lo cual se detectó que tenía un embarazo de 22 semanas de gestación. Como si fuera culpable, la menor le dijo: ‘Disculpame, mamá, pero es mi papá’. Para despejar dudas, agregó: ‘Sólo él era el maldito’. Hacía referencia a su padrastro, que se había separado de su madre hacía 2 años y al que visitaba periódicamente porque lo quería como su verdadero padre. El sujeto se aprovechaba del cariño que ella le tenía para llevarla a su casa los fines de semana y ahí la sometía de todas las formas. Eran tal los abusos, que la menor ‘no podía caminar’ producto de las lesiones. El acusado directamente se abstuvo de declarar, no así la niña que dio un terrible testimonio a través de cámara Gesell y confirmó que fue ultrajada en reiteradas ocasiones por su padrastro desde que tenía 12 años. La amenazaba diciendo que se iba a matar si hablaba.
