La magnitud del impacto en su frente provocó una fractura en su cráneo y una abundante pérdida de sangre. Quedó tendido en la calle, boca arriba, sin ninguna chance. En principio, se sospechó que el changarín Mario Alejandro Casívar (tenía 57 años) había muerto de un disparo, porque esa fue la primera impresión que se llevó el médico que revisó el cadáver. Más tarde la autopsia descartó esa teoría, pero igual quedó instalada la sospecha de una muerte violenta, dijeron fuentes judiciales.
Fue un vecino el que llamó unos 10 minutos antes de las 6 de ayer, para informar que había un hombre tirado sobre un charco de sangre en calle Santa Fe, entre Lozano y La Laja, en Albardón.
Enseguida arribó al lugar un equipo de Fiscalía, policías de Homicidios y personal de Criminalística. La causa quedó a cargo del fiscal Francisco Pizarro y el ayudante fiscal Mariano Carrera, quienes dirigen la investigación para determinar cómo fue que Casívar terminó muerto de esa manera.
Cuando los pesquisas se pusieron a reconstruir quién era la víctima, se toparon con algunos datos reveladores. Así -dijeron- supieron que se había separado de su esposa un par de años atrás y que desde entonces era frecuente verlo ebrio, principalmente los fines de semanas o en ocasiones festivas, como la últimas Nochebuena y Navidad.
De hecho, se enteraron que había salido el 24, que llegó el 25 por la mañana y que ese mismo día por la tarde volvió a salir.
A eso de las 3 de ayer, lo encontraron tirado por primera vez en la calle Lozano. Hasta personal de una ambulancia se acercó a ver qué pasaba, pero entonces Casívar se despertó, rechazó todo tipo de ayuda y dijo que se iba a la casa de una hija que vive en la zona, precisaron.
Más tarde volvieron a encontrarlo tirado, pero esta vez ya sin ninguna chance de supervivencia.
Ayer, los pesquisas estaban concentrados en descifrar el modo en que Casívar pudo haber perdido la vida. Entre las teorías que se barajan, se incluyen la de un posible accidente y también la de un ataque perpetrado por alguien.
La hipótesis del accidente, de todos modos, parecía no hacer pie con las evidencias. Es que en el lugar donde Casívar quedó tendido no encontraron marcas de que el cuerpo hubiera sido arrastrado tras el impacto u otros signos de la presencia de algún vehículo. "Quedó muerto donde lo encontraron", precisó un investigador.
La otra teoría es que alguien le hubiera dado un certero golpe con algún elemento punzante. Sin embargo ayer tampoco surgían elementos para reforzar esa sospecha. Así, el caso seguía envuelto en la incertidumbre.