Dos marcas rojas a lo ancho del cuello, dolores en las costillas y su cabeza por la cantidad de trompadas que le dieron, el ojo izquierdo amoratado, hinchado y con tres puntos de sutura en el párpado producto de un violento cachazo. Esas fueron las heridas que le quedaron ayer a un remisero tras ser atacado ferozmente por cuatro malvivientes en La Bebida, Rivadavia. Los delincuentes abordaron al chofer como clientes en Capital y cuando llegaron a destino, lo atacaron para sustraerle el tarifador, un celular, el frente del estéreo, una linterna y unos $700 (suyos y de la recaudación), precisó José González (58), la víctima.
Según González, antes de ser remisero se ganaba la vida junto a uno de sus hijos vendiendo comida rápida en 2 carros que tenía en Capital. Pero luego de ser asaltados en esos locales, el hombre decidió cerrarlos y cambiar de rubro. ’Hace dos años que trabajo de noche en el remis y decidí hacerlo porque en uno de los carros me asaltaron estando con mi hijo. En el otro negocio me robaron un Ford Falcon modelo 82 y hasta la fecha no sé nada de ese auto’, explicó el chofer.
Ayer, nuevamente González vivió otro hecho de inseguridad. Eran las 5.50, el último viaje que realizaba el hombre en ese Fiat Palio Adventure de ’Rampa Remis’ antes de entregárselo a un compañero. El chofer había dejado a una clienta en la Terminal de Ómnibus y allí, cuatro jóvenes le pidieron si podía llevarlos a La Bebida.
González accedió, pero al llegar a destino (el Lote Hogar 24) los tres sujetos que iban atrás se repartieron el ataque: uno lo estrangulaba con un cinto y otros dos lo golpeaban. El cuarto sujeto (iba adelante) se bajó del auto, sacó un arma, dio la vuelta hacia la puerta del conductor, que luchaba por zafar, y propinó un violento cachazo que le partió el párpado del ojo izquierdo, describió ayer la víctima.
Tras la golpiza, los delincuentes tomaron lo que pudieron y se perdieron en conflictivo Lote Hogar 24. Ensangrentado, el remisero condujo como pudo hasta la Ignacio de la Roza y ahí le pidió ayuda a una mujer.
‘Tengo mucha bronca. Lo más probable es que siga en esto porque con mi edad no voy a conseguir otro trabajo más seguro‘, comentó González, resignado.

