Pericias. Criminalística trabajó en la casa donde se produjo el asesinato. Tras ser apuñalado, la víctima quedó tendida a un costado de la calle y no hubo vuelta atrás.

Un joven de 17 años fue asesinado de un cuchillazo en el pecho durante una pelea en la casa de un amigo suyo, en La Bebida, Rivadavia. La víctima, identificada como Jonathan Emanuel Pérez, fue trasladado al Hospital Rawson, pero llegó sin vida, dijeron fuentes policiales. 

La Policía montó ayer un intenso operativo para apresar al supuesto autor del crimen, pero hasta anoche continuaba prófugo. Se trata de Gustavo "El Quija" Brizuela (20), integrante de una familia conocida en el ambiente delictivo como "Los Diablos". Con numerosos antecedentes en su haber, había salido hace un par de meses del Penal de Chimbas, donde había estado detenido por herir a otro joven de una puñalada, indicaron los pesquisas. 

Esta vez el saldo fue mucho más grave, pues se terminó cobrando una vida. El sangriento episodio ocurrió a primera hora de ayer, en la vivienda 7 de la manzana A del Barrio Bernardino Rivadavia, a unos 100 metros de la seccional 34. Allí se habían juntado seis jóvenes, entre ellos Pérez, para festejar el cumpleaños del dueño de casa.

En la reunión no faltó alcohol, pero "estaban en el fondo, con música baja y sin molestar a nadie", dijo una alta fuente policial. Sin embargo, la tranquilidad se acabó cuando a eso de las 6 se arrimó a la casa "El Quija" Brizuela, con intenciones de quedarse a beber con ellos. Pero los muchachos se negaron y lo corrieron, comentaron los investigadores.

El sujeto se marchó fastidioso, pero al parecer se fue con hambre de venganza, pues unos 10 minutos después volvió y se la desquitó de la peor manera con uno de ellos: Pérez.

La versión policial indica que, después de un corto intercambio de palabras en la vereda de la casa, el homicida sacó un cuchillo Tramontina y se lo enterró en el pecho, a la altura del corazón. El puntazo fue letal, pues la víctima se desplomó y, pese a que intentaron reanimarlo y lo llevaron al hospital, no hubo vuelta atrás.

Al verlo caer todo ensangrentado, los amigos intentaron captar al agresor, pero no pudieron. Brizuela huyó corriendo y anoche seguía sin aparecer. Sus familiares dijeron a la Policía que se fue a Mendoza, pero los pesquisas no descartaban nada, pues probablemente intentaban desviar la búsqueda. 

Tras el asesinato, la zona se llenó de Policías. En el lugar trabajó personal de Homicidios y de Criminalística, recolectando pistas para esclarecer el hecho.

Este diario ayer intentó entrevistar a los familiares de la víctima, domiciliado a pocas cuadras de donde ocurrió el crimen, pero no quisieron hablar. Según fuentes policiales, allegados a Pérez merodearon ayer el Lote Hogar 34, donde vive el supuesto homicida. Si bien no trascendió qué hacían allí (se dijo que tenían intenciones de prenderle fuego la casa), lo concreto es que la cosa no pasó a mayores.