El resultado de la autopsia en el cuerpo de Carlos Herrera, un changarín de 53 años fallecido ayer en la mañana, es la prueba clave que esperaban investigadores policiales y judiciales para echar luz en un tema polémico: la causa de su deceso. Porque Herrera fue atropellado cuando circulaba en moto con su pareja alrededor de las 20 del domingo en la zona Sureste de Capital, recibió atención en el hospital Rawson y le dieron el alta, pero falleció en la mañana de ayer en la casa de su hija en calle Rodríguez en la zona de El Mogote, Chimbas.
Lo que pudieron reconstruir los policías de la Seccional 3ra. es que Herrera conducía hacia el Norte por Abraham Tapia una Econo Guerrero 90cc. acompañado de su pareja, Carmen Elizondo (68) y que al llegar al cruce de esa vía con el lateral Sur de Circunvalación, en Capital, lo embistió el Peugeot 206 guiado por Juan Carlos Roduen, un empleado judicial de 60 años. Según la policía, el automovilista pretendió girar hacia la izquierda cuando chocó a Herrera.
Lo que siguió es parte de la polémica. Carla Herrera, hija de la víctima, asegura que su papá presentaba lesiones que merecían su atención y que sin embargo un médico optó por darle el alta médica alrededor de las 2.30 de ayer. "Me decía que le dolía el pecho y tenía moretones, pero en el hospital me dijeron que estaba bien, que me lo lleve a mi casa, que para qué íbamos a gastar en una persona así… es indignante, la obligación de ellos era atenderlo, a ellos no les cuesta, nosotros pagamos los impuestos para que cumplan un servicio", dijo ayer entre lágrimas la hija de Herrera.

