Dos delincuentes a punta de arma redujeron ayer al dueño, al menos a uno de sus hijos y otros empleados en una textilera, y luego de robar dinero y otras cosas, huyeron perseguidos por el dueño del local empuñando un arma que gatilló pero sin que se disparara, dijeron voceros del caso. Anoche, una de las grandes incógnitas en la Policía era el monto real del botín, porque en principio circuló la versión de que se habían llevado 1.500 dólares, unos 5.000 pesos, cheques, un arma calibre 38, un reloj y otros objetos, pero en la comisaría 3ra. de Trinidad, el hijo del comerciante denunció luego únicamente la sustracción de una billetera con unos 400 pesos y el carnet de conducir, dijeron fuentes policiales.
El dramático atraco ocurrió alrededor de las 8.30 de ayer en el Saturnino Sarassa al 277 Este (casi esquina Abraham Tapia) en Trinidad, Capital. Según fuentes policiales ligadas a la investigación, los delincuentes (uno cubriendo su rostro) ingresaron por los fondos y redujeron a quienes estaban presentes y al menos a otro empleado más que llegó en pleno atraco, dijeron las fuentes.
Una vez perpetrado el golpe -dijeron- huyeron por el mismo lugar por el que entraron. Y entonces el dueño, de apellido Hernández, salió armado en su auto hasta encontrarlos a toda carrera en la avenida de Circunvalación, seguido de cerca por un patrullero, que también participó en la frustrada persecución.
Un punto polémico del hecho fueron las críticas de las víctimas a la demora de la policía tras el llamado al 911, pero desde la fuerza dijeron que el interrogatorio que se hace a quienes llaman es de rigor para evitar falsas alarmas y que en realidad un patrullero llegó justo cuando Hernández perseguía a los ladrones.
