El juez Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal) absolvió ayer por el beneficio de la duda a un empleado público de 59 años acusado de cometer un grave delito: haber violado a su propia nieta, cuando la niña tenía 12 años. La consecuencia inmediata del fallo fue la libertad para ese sujeto, que volvió a su casa luego de pasar 1 año y 7 meses preso, dijeron fuentes judiciales.

Diametralmente distinta fue la posición del fiscal de Cámara Gustavo Enrique Manini, quien consideró probado el delito contra esa menor que aún está indocumentada (sus datos no constan en el Registro Civil), y pidió 10 años de condena para el acusado, no identificado para proteger a la víctima.

Todo pasó en una casa de Capital la noche del 6 de abril del año pasado. Entonces, la niña y una tía llegaron a pedirle plata para comer. En un momento, el acusado mandó a la mayor al almacén y ya abusaba de la niña cuando esa tía volvió y los sorprendió, según la acusación.

Para el fiscal, el delito de probó por la versión de esa tía, el informe médico sobre las lesiones de la nena; el informe psicológico de que no mentía y presentaba signos de un abuso sexual como depresión, angustia y tendencia a la autoagresión.

Sin embargo en el juicio esa tía no fue localizada y la nena, al ser entrevistada con el sistema de Cámara Gesell, desligó a su abuelo y culpó a un tal ‘Tucumano’, hecho que para el fiscal fue una prueba más de la presiones de su propio entorno, un ambiente marginal, violento e incluso ligado al mundo delictivo.

Esta retractación de la menor fue a su vez la principal prueba para la defensora a la hora de argumentar porqué su cliente debía ser absuelto, precisaron.

El fallo no está firme.