Los alumnos del Santo Tomás de Aquino vivieron la explosión de Trinidad con temor. Es que, cuando estaban en medio de las clases sintieron el fuerte estruendo y todo a su alrededor se movió mientras algunos de los vidrios explotaron y hubo lámparas que cayeron al piso, tal como si se hubiese producido un fuerte terremoto.

 

Uno de los testigos, quien intentó ingresar al taller para ayudar y no pudo, corrió rápidamente al colegio para colaborar y se encontró con el panorama de terror. “Las maestras trataban de sacar a los alumnos que corrían y lloraban”, relató el hombre que intentó tranquilizarlos y guiarlos para que se alejaran del lugar.

 

 

Por su parte, Cintia Quiroga, preceptora del colegio, relató que "estaba en el patio cuando sentimos el estruendo y vimos cómo el techo del taller se levantó. Los niños estaban en clases y de inmediato empezamos a sacarlos porque empezamos a ver cómo salía fuego del taller".

 

Mientras tanto, los padres que estaban en la zona comenzaron a llegar desesperados, sin saber claramente qué había sucedido y si había heridos en el interior de la institución.

 

Con el paso de los minutos, la institución quedó vacía y los chicos, fuera de peligro. Mientras que se constató que no hubo personas vinculadas al colegio heridas.