El juez Martín Heredia Zaldo (Sala I, Cámara Penal) absolvió por el beneficio de la duda y ordenó la inmediata libertad de Lucas Olguín (31), un joven obrero que pasó 1 año, 10 meses y 2 días preso sospechado de haber violado y embarazado en 2020 a la hija mayor de su pareja, una joven que hoy tiene 19 años. Esa salida tuvo el juicio el martes por la noche a pedido de la fiscal Marcela Torres, luego de analizar numerosas evidencias que la llenaron de incertidumbre, incluida la última: un careo entre madre e hija sobre distintas circunstancias contradictorias, claves para el caso.
Según fuentes judiciales, Fiscalía evaluó como ‘mucho más convincente’ la postura de la progenitora en el careo, como el momento en que afirmó que su hija le comentó que tuvo relaciones consentidas con Olguín y luego le dijo que fue violada, aunque ella no le creyó. Además, negó haberla acompañado hasta una escribanía para que la chica firmara un escrito en el que retractó de acusar a su padrastro, porque así quedaría libre y ayudaría a su madre en la mantención de sus chicos. La mujer también negó haber visto cuando su pareja le tomó el celular a su hija (eso dijo la chica), para desbloquearlo y pasarse a su teléfono fotos de la adolescente desnuda y en ropa interior.
A través de su defensor, Hugo Uzair, el propio acusado aportó al juicio esas fotos y también otras pruebas, como un intercambio por Facebook entre la chica y un cuñado del ahora liberado, en el que ella dice que ‘no se arrepiente de nada’ y que denunció el hecho, ‘porque Olguín prefirió a su madre’.
Que la joven dijera no haber sido amenazada por Olguín para que no dijera nada o que nunca la hostigó ni golpeó para tener sexo. Que reconociera como suyas pero negara haberle mandado a Olguín sus fotos íntimas. O que se contradijera sobre el mes en que ocurrió el primer supuesto ataque sexual (enero, abril o junio de 2020), fueron otras evidencias que llevaron a Fiscalía a descartar la existencia de los dos ataques sexuales que la chica dijo haber sufrido. Tampoco cerró que luego del primer presunto abuso, se fuera a vivir con su mamá y su ‘violador’.
Olguín reconoció su paternidad y manifestó que aquella vez mantuvo sexo consentido con su hijastra, ‘dos o tres veces por semana’. Y aseguró que ella le envió solicitudes de amistad por Facebook, que él rechazó.
Toda esa evidencia llevó a Fiscalía a dudar de la existencia del delito, más allá de que el informe psicológico de la denunciante, que calificó su relato como verosímil. Por eso pidió su absolución. El juez, tampoco dudó en dejar libre al imputado.