Buenos Aires, 7 de marzo.- Un empresario que atropelló y mató a un joven locutor en la ciudad balnearia de Villa Gesell fue condenado a sólo tres años de prisión en suspenso, tras un acuerdo entre su abogado y la fiscalía, pese a que tras el hecho abandonó a la víctima y escondió su auto.
Se trata de Gerardo Budeisky, quien fue beneficiado con esa medida por la jueza correccional de Dolores Analía Pepi, tras un juicio abreviado que acordaron la fiscal Liz Bréstolli y el defensor Fernando Burlando, informó a Télam el abogado Gregorio Dalbón.
El letrado explicó que la pena, que también incluye una inhabilitación de ocho años para conducir vehículos, "ya fue homologada por la jueza, que dispuso la suspensión del debate, todo después de que en diciembre se había acordado citar a 110 testigos para el juicio oral".
"Justo que la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) criticó a la Justicia, qué ejemplo más claro de impunidad que este, no?. El fiscal debe representar a la sociedad y no al imputado", consideró Dalbón.
Agregó que "se puede usar el juicio abreviado para determinadas cuestiones pero no para este tipo de casos".
El hecho que se investiga ocurrió el 24 de enero de 2006 en la ruta 11, cuando Luciano Di Santo (24) salió de la discoteca Pueblo Límite y comenzó a caminar desde Villa Gesell hacia Pinamar, por motivos que nunca se pudieron determinar, ya que se alojaba en un lugar que quedaba en sentido contrario.
Mientras iba por la ruta, el joven fue arrollado por Budeisky, quien abandonó el lugar, no bajó a socorrerlo y luego llevó a arreglar el auto a un taller oficial de la marca Peugeot en la localidad de Quilmes, bajo el argumento que "había atropellado a un perro".
Si bien la autopsia determinó que Di Santo murió en el acto por el fuerte impacto, Susana Gambarino, madre del joven y vicepresidenta de Madres del Dolor, aseguró a Télam que "él lo abandono sin saber si Luciano estaba con vida y nunca pudo haberlo confundido con un perro".
"Luciano medía 1,80 metros y según los peritajes, el auto lo embistió cuando estaba parado, su cabeza rompió el parabrisas y luego fue despedido a 50 metros", afirmó la mujer.
Luego de conocerse el caso y difundirse los datos del auto en base a testigos del hecho, el tallerista de Peugeot hizo la denuncia al advertir que el auto que estaba reparando tenía las mismas características que el buscado por la Policía.
Además, en ese momento se libró una orden de captura contra Budeisky, quien se entregó tras un allanamiento en su casa. La familia intentó que el caso se caratulara como homicidio con dolo eventual por todo lo que el imputado hizo después de atropellar al joven, pero fue denegado.
Además, nunca estuvo preso ya que por presuntos problemas de salud se le concedió la prisión domiciliaria y salidas laborales. En diciembre de 2006, el juez de Garantías Luis Nitti dispuso el sobreseimiento de Budeisky a pedido de su defensa, pero luego la Cámara de Dolores dejó sin efecto la medida y la causa fue elevada a juicio oral.
El juicio estaba previsto para el 17 de marzo con la intervención de la jueza Pepi y la fiscal Brestolli, pero la semana pasada la familia recibió la notificación de que la defensa del imputado había acordado un juicio abreviado.
"Este es un arreglo que se hizo a nuestras espaldas, nadie nos avisó nada. Creo que todo es porque Budeisky tiene mucha plata y conexiones políticas", sostuvo la madre de Luciano.
Por su parte, Dalbón remarcó que "es sospechoso que, entre gallos y medianoche, justo el acuerdo se haya hecho entre la jueza Pepi y Burlando, quienes trabajaron juntos defendiendo a ’Los Horneros’ en el caso Cabezas".
Aclaró que, según lo previsto en el Código Procesal, el martes habrá una audiencia para notificar a las partes de la medida, pero la querella no puede apelar, ya que se dictó una condena.

