Ya ni los sacerdotes se salvan de la inseguridad. Y es que ladrones aprovecharon que dos curas abandonaron por unas horas la casa parroquial que habitan a pocos metros de la basílica Nuestra Señora de los Desamparados, en Capital, y en ese lapso, les robaron varios aparatos: dos computadoras portátiles, un tensiómetro y un medidor de glucemia (mide la glucosa en sangre), fueron las cosas con las que huyeron ayer de madrugada los delincuentes, informaron en la policía.
A quienes les robaron esos efectos fueron a los sacerdotes Luis Garcés y Alfredo Quero. Este diario intentó hablar con los religiosos, pero fue imposible obtener alguna declaración de parte de ellos.
Fuentes policiales señalaron que los dos curas salieron alrededor de las 22 del miércoles y regresaron aproximadamente a las 00.45 de ayer a la casa parroquial que comparten en calle Santa María de Oro, justo en la entrada del barrio Puyuta, en la zona de Desamparados, Capital. Cuando los religiosos ingresaron, se toparon con que las dos computadoras portátiles y el resto de los aparatos que estaban en un living, habían desaparecido. Luego de revisar la casa para ver si no faltaba nada más, los curas encontraron que los ladrones lograron ingresar al inmueble luego de romper una puerta del fondo, informaron en la policía.
Lo extraño, es que a pocos metros de la vivienda atacada, hay un guardia de seguridad que cuida la parroquia y ese hombre nunca se habría percatado del robo, el primero que sufre esa institución en cuatro años, señalaron en la policía. El caso es investigado por los policías de la comisaría 4ta., quienes ayer habían centrado su atención en tratar de buscar algún testigo que los lleve a poder identificar a los delincuentes, comentaron en la policía. Lo que sospechan es que los ladrones pudieron estar vigilando la casa parroquial y, al ver que los sacerdotes salían, aprovecharon para entrar a robar.
