El calvario de Mirtha Cabral (40) asegura que comenzó hace un año cuando decidió aceptar una tarjeta Mastercard que le ofrecieron en el Hiper Changomás (ex Walmart) y mediante ese plástico compró una silla reposera en cuatro cuotas. En febrero, al llegarle el resumen de la tarjeta notó un movimiento extraño, ya que traía el detalle de un consumo por $500.000.
En diálogo con Diario de Cuyo, la secretaria de un laboratorio aseguró que en ese momento hizo todo lo que correspondía para desconocer la compra pero en todos los lugares le rechazaron el reclamo. "Fui a Walmart y me derivaron a Mastercard. Ahí no me atendieron nunca. Me enteré que la tarjeta pasó a ser Iudú Car y actualmente pertenece a Supervielle", explicó el caminito burocrático para poder quejarse.
Asegura que con esa boleta ella culminaba de pagar la reposera y le iba a dar de baja a la tarjeta porque nunca le llegó otro plástico solicitado y no la utilizaba. "Además, de ese monto me cobran 25 mil pesos más por gastos de una adicional que nunca me dieron", destacó.
"Fui a Supervielle, quise hacer el desconocimiento de la compra y entregar una nota de reclamo pero me la rechazaron. Donde sí me atendieron fue en la Central de Policía y realicé la denuncia, luego me presenté en Defensa al Consumidor con todo los papeles y la abogada del banco desconoce mi reclamo. En las mediaciones, no se ha presentado y dice que yo no he ido por el banco", expresó ofuscada.
Ahora, advierte que le llaman intimándola a pagar más de medio millón de pesos, ya que con intereses la "supuesta deuda" asciende hasta los $800.000. "Se comunican personas con tono chileno, peruano, porteño y hasta siento que puede ser una nueva estafa pero esto me está estresando", remarcó.
Reclama que en Defensa al Consumidor se trabó el trámite y la defensa del banco le ha ofrecido a pagar el monto en una cuota de $500.000, en 12 cuotas de $40.000 y en 18 cuotas de $30.000. "No es un gasto mío y ya estoy cansada de que me llamen porque desconfío de todo", cerró.
