Buenos Aires, 2 de junio.- Una chica fue a bailar a un boliche para encontrarse con sus compañeros del colegio, pero todo terminó de la peor manera. Alguien le convidó un trago que la hizo sentir mal, la sacó del lugar y la violó en un descampado en Ramos Mejía, Buenos Aires.
El episodio sucedió el sábado 23 de mayo en la disco Ramos Chico, ubicada sobre la avenida Perón de la localidad de Ramos Mejía, en La Matanza, pero se hizo público ayer. La adolescente había ido a bailar con una amiga de 13. Su madre las llevó porque le contaron que "era una fiesta a la que iban todos los compañeros de la escuela". Y acordaron que a las 5 de la madrugada las pasaría a buscar.
Pero cuando Mabel llegó a la puerta del boliche su hija no estaba.
Su hija apareció finalmente en la casa pasadas las siete. De acuerdo al testimonio de Mabel, estaba muy angustiada y le contó que un joven de unos 20 años la había drogado en la disco y había abusado de ella afuera.
La madre contó que el abusador les invitó un trago a su hija y a su amiguita y que la bebida les cayó mal. "Estuvieron tomando, le invitaron un Frizzé. Tomaron las dos, se descompusieron, se metió en el baño la más chica y no encontró a mi hija. Ambas se buscaban y se acerca este individuo y la invita a ir a afuera", contó Mabel que fue el momento de la aproximación del abusador.
"La sacó a la fuerza, mi hija se resistió y le dijo que estaba buscando a su amiga. Pero el tipo la agarró de la cintura y del brazo derecho. La sacó caminando, ella no recordaba bien porque estaba drogada y alcoholizada y no tenía fuerza ni voluntad. Y la llevó a un parque, lejos. Fuimos a reconocer el lugar y ahí la violó durante 30 o 40 minutos aproximadamente", detalló la mamá de la víctima.
Luego, siempre según su relato, el atacante la llevó en auto hasta la zona del boliche y la siguió manoseando en el vehículo. Mabel contó que cuando bajaron del coche tres jóvenes se preocuparon por la situación y contuvieron a la chica, que estaba descompuesta. Ellos fueron quienes llevaron luego a la víctima a la casa.
