Vanesa García (28) asegura que eran cerca de las 13 del domingo y había salido hasta el estrecho callejón que divide dos hileras de humildes ranchos en la Villa San José (Costa Canal, al Norte de calle 5, Rawson), con intenciones de buscar a su hija de 3 años para el almuerzo. Y que fue ahí cuando su vecino, Ricardo Caballero, en moto y un envase de cerveza, por poco no embistió a la criatura. Entonces vinieron las quejas de Vanesa y la repentina reacción violenta de su vecino, que se volvió, se metió al rancho de la mujer y la encaró: ‘vení, insultame acá’, le dijo -según la joven- y la tumbó al piso de un botellazo en la cabeza. Y siguió, porque en medio del mareo, Vanesa sintió varias patadas en sus senos, brazos y cuerpo. Antes de irse, el sospechoso lanzó otra severa advertencia a la adolorida mujer: ‘si me denunciás, te quemo el rancho’.

Con el miedo a flor de piel, por su vida y la de sus siete niños (de entre 11 años y una beba de un mes), Vanesa llamó a sus hermanos y les consultó si ir o no a la Policía. Reiteró sus dudas en la subcomisaría del barrio Ansilta y en ambos casos le aconsejaron denunciar. Y lo hizo, al menos por segunda vez porque en otra ocasión ya había acusado a Caballero por lesiones y amenazas, dijeron fuentes policiales.

Intranquila, denunció y luego partió hacia la casa de su mamá enferma de Parkinson en la Villa Las Margaritas, Rawson. Allí pasó la tarde y la noche, hasta que a la 1 de ayer, un familiar le llamó para decirle que Caballero había cumplido su amenaza y el rancho había sido consumido por las llamas con todo lo que había adentro. Un televisor, una heladera, una cama matrimonial, tres cuchetas, tres roperos con toda la ropa y el calzado de la familia, una mesa y cinco sillas, sucumbieron sin remedio ante las llamas.

Entonces los hermanos de Vanesa destruyeron una habitación ocupada por Caballero en la misma villa. Sin embargo, Vanesa se sintió desolada y sin saber qué hacer, porque la visita a lo de su madre se convirtió en una mudanza obligada. Y porque ahora deberá empezar de nuevo (su pareja está detenido por un supuesto robo desde hace 7 meses) con todos sus hijos y la ayuda del Gobierno y sus familiares.

Ahora Vanesa tiene más miedo que antes. Y no es la única: ayer, otro familiar suyo que vivía en la misma villa se mudó también con su mujer donde vive Vanesa, por temor a represalias.

De todos modos a la mujer le quedó una convicción inquebrantable: no volverá más a esa villa en la que vivió los últimos 5 años.

‘Si pudiera hacer justicia con mis propias manos lo haría, pero él es un hombre y yo no soy mala. Él es uno de esos hombres que tiene que estar preso… ahora tengo mucho miedo y no sé qué me puede hacer si sigue libre’, dijo ayer Vanesa, preocupada.

Ricardo Caballero, con pésima fama en Villa San José, es intensamente buscado por la Policía.