"Me estaban esperando. Para mí el ataque duró como 5 segundos y no paraban de golpearme. La verdad que dentro de todo la saqué barata". Con el rostro y la cabeza llena de cortes, así explicaba ayer el comerciante Ricardo García (62) esos terribles segundos que le tocaron vivir la noche del jueves en la puerta de su casa del barrio Natania VII, en Rawson. Y es que dos ladrones encapuchados le dieron una brutal golpiza cuando lo sorprendieron bajando de su camioneta, todo para robarle solamente 2.000 pesos de la recaudación de su negocio. Luego de ser asaltado, García aseguró que "la Policía y la ambulancia demoraron como una hora en llegar" a su casa.

Todo pasó el jueves alrededor de las 23 del jueves en calle Cano 609 Este, Rawson, cuando García llegaba de su almacén a bordo de su camioneta. El hombre contó que bajó del vehículo para abrir el portón y en ese momento, un sujeto se le colgó por la espalda y comenzó a golpearlo en la cabeza con la cacha de un arma. El comerciante cayó al piso y en medio del forcejeo, un cómplice apareció y descargó dos patadas contra la víctima. Luego ese ladrón se agachó y le revisó los bolsillos al hombre. En uno de los bolsillos, encontró unos 2.000 pesos que eran producto de las ventas del negocio. Tras el ataque, los delincuentes "huyeron pero no sé en qué porque no pude ver nada", relató la víctima.

A todo esto ni la esposa del hombre ni sus vecinos se dieron cuenta del violento asalto. Cuando García pudo incorporarse, ingresó a su casa ensangrentado y le avisó a su mujer para que llamara a la Policía. Así terminaba el tercer asalto que sufría la familia García (dos en sus negocios) en cuatro años, comentó el damnificado.

Luego del violento robo, vino la bronca de Ricardo García y de sus familiares, porque -dijeron- la ambulancia y los uniformados se demoraron como una hora en llegar hasta esa vivienda de calle Cano.

"Pensaba que este barrio era tranquilo, hasta que me tocó vivir todo esto. Mi familia y mis vecinos llamaron como 4 o 5 veces a la Policía y ninguno de ellos apareció en el acto. Recién llegaron como a la hora y mi hijo tuvo que llevarme al hospital para que me atendieran porque sangraba muchísimo. Eso es algo que se debe mejorar, porque no puede ser que se demoren tanto", aseguró indignado Ricardo García, el comerciante asaltado.