El juez Ernesto Kerman (Sala II, Cámara Penal) condenó ayer a 8 años y 6 meses de cárcel a un sujeto de 28 años, por violar y corromper sexualmente durante más de un año a una nena de 8 años, hija de su expareja. Esas prácticas incluían la exhibición de pornografía, como acto previo a reproducir las escenas que le mostraba o hacerla bailar desnuda mientras se autosatisfacía, dijeron fuentes judiciales. Todo pasaba cuando el sospechoso conseguía quedarse a solas con la niña, pues la mamá de la víctima evitaba esos contactos. Es más, la mujer se resistía a que viviera en su casa, porque no trabajaba y, por lo tanto, no aportaba nada, precisaron.
El condenado es Ricardo Antonio Mazarico (28), y ya había acordado con la fiscal Leticia Ferrón de Rago recibir un castigo de 9 años de cárcel. El juez podía aplicar un castigo menor.
Fue la propia madre de la nena quien notó algo raro en los pechos enrojecidos en su hija. La pequeña ensayó mentiras o se mostró reticente, pero finalmente le contó todo luego de que su mamá prometiera que no se iba a enojar.
Entonces le reveló en detalles todas las cosas que le hacía su ‘papá del corazón’ cada vez que se quedaban solos, y la mujer no dudó en denunciar, en el acto. Al saber que estaba en problemas, Mazarico se fue de la provincia, pero cometió el error de no cambiar la clave de su Facebook que su ex sabía. A través de esa red social también pidió perdón a la mujer por lo que hizo.
Fue por ese descuido que la mujer supo que estaba en Neuquén, y allí fue atrapado el 13 de noviembre de 2014.
Para entonces su situación estaba bastante complicada, porque ya se contaba con el informe médico de la nena y también las conclusiones del psicólogo que la había entrevistado. Este último profesional había determinado que la víctima no mentía y que presentaba en su conducta los signos frecuentes que se detectan en los casos de niños abusados.
En el caso de Mazarico, el informe psicológico lo complicó. Al punto de retratarlo como alguien con una ‘homosexualidad latente’.
Juzgado por violar a una menor
Matías Zalazar (20) negó haber violado a una niña de 13 años mientras otro chico de 13 años (inimputable) la sujetaba. En la primera audiencia del juicio que se le sigue a Zalazar en la Sala I de la Cámara Penal, el acusado dijo que la niña había consentido esa relación sexual, que ocurrió a un kilómetro de la casa de la víctima, en Sarmiento, a un costado de un canal en el que la chica se bañaba con dos hermanos en la tarde del 26 de enero de 2015.
Ayer, una psicóloga que entrevistó a la niña confirmó que no miente y presenta signos de las víctimas de abuso. Una prueba de ADN con material genético encontrado en la ropa interior de la niña es una prueba que complica al sospechoso.
También los testigos, como la mamá de la jovencita, que ante el aviso de los hermanitos de que se la habían llevado Zalazar y el otro niño por el canal, corrió a ver y al llegar escuchó los gritos de su hija y puso a los acusados en fuga. Más tarde Zalazar hizo un escándalo, para poder retirar su moto, pues la había dejado en inmediaciones de la casa de la víctima.