Un repartidor de 52 años fue condenado ayer a 6 años de cárcel por graves delitos sexuales contra una nena, vecina suya, entre los 11 y los 13 años. En un juicio abreviado, reconoció que la violó varias veces, que la corrompió, le hizo videos y la fotografió desnuda, amenazándola con contarle a sus padres que mantenía relaciones con otro joven o le quitaría el teléfono que él mismo le regaló, si llegaba a decir algo.
J.A.P.M. (no se lo identifica para preservar a la menor) aprovechaba la extrema confianza que tenía con los padres de la víctima, para pedírselas y llevarla, junto a su hermanito de 8 años para no levantar sospechas, a Mendoza, o parajes populares como la Difunta Correa, San Expedito o San Ceferino. En todos los casos, mandaba a jugar a su hermanito o intentaba hacerlo dormir en el asiento trasero de la camioneta, mientras él en el delantero abusaba de la niña.
Sin embargo, ese niño vio todo porque más de una vez se hizo el dormido y fue una prueba clave cuando el caso se conoció. Fue el pasado 2 de febrero, en el Parque de Mayo, cuando una prima descubrió en el celular de la víctima un mensaje del vecino, amenazándola con contarle a sus padres lo del ‘Evatest’ (él temía que estuviera embarazada) si no hablaba con él. Entonces la niña habló, hubo denuncia y dos días después, el repartidor terminó preso.