Diez años de cárcel le dieron de condena a un hombre que violó a su propia sobrina de 11 años. El caso ocurrió a fines del 2009 en ocasión en que la nena fue a la casa de su abuela en Pocito y se quedó a solas con su tío. Descubrieron el abuso a raíz de que la nena empezó a tener hemorragias, fue entonces que contó que su tío la había sometido sexualmente. La niña quedó con un trauma porque, además, en esos días mientras estaba internada su madre murió en un accidente en moto cuando volvía de visitarla en el hospital.
El abogado defensor Faustino Gélvez pidió la absolución del acusado. Por el contrario, el fiscal de cámara Gustavo Manini solicitó que lo castiguen con 11 años de cárcel. Ayer a las 12:45 en la Sala I de la Cámara Penal, el juez Raúl Iglesias dio su veredicto: condenó a 10 años de prisión a Armando Di Carlo, 36 años, por el delito de abuso sexual con acceso carnal, agravado por el daño en la salud mental de la víctima, revelaron fuentes judiciales. Los fundamentos de la sentencia se conocerán el 5 de octubre.
Según la acusación fiscal, el 24 de diciembre del 2009 alrededor de las 14 la nena (hoy de 13 años) fue a la casa de su tía por un mandado de su madre. Como no había nadie, se cruzó a la casa de su abuela y al único que encontró fue a su tío. Ahí, el hombre la sometió sexualmente.
A los días, la nena empezó a sufrir hemorragias y fue llevada al Hospital Rawson. Evidenciaron que era producto de un abuso, y la menor lo confirmó frente a su tía, un médico y una enfermera: contó que el tío la había violado bajo amenaza. En ese entonces, ella quedó internada. El 2 de enero del 2010, su madre murió tras caer con su moto en Médano de Oro. Un informe psicológico reveló que la niña no miente y se muestra coherente cuando acusa a su tío, dijo una fuente judicial. Eso sí, evidencia un daño psicológico por el abuso y por la pérdida de su madre, según trascendió. Si bien el hombre no declaró en el juicio, durante la investigación aseguró que no violó a su sobrina y que ese día y hora estaba con otro hermano y dos amigos en la casa, dijo su abogado. El letrado también argumentó que el acusado no tiene el perfil de un abusador, pero no le creyeron.

