Vestidos de mujer. O dejando a sus hermanos en la celda y tomando sus identidades para salir por la puerta principal del penal como si nada. O abriendo sus celdas y atravesando como dueños de casa pabellones, ante el ojo vigilante de cámaras de seguridad y sin ningún celador a la vista para detenerlos. O simplemente, libres, por errores administrativos de los penitenciarios o desapareciendo por "arte de magia". Creer o reventar. Y es que esos fueron algunos de los artilugios que utilizaron algunos internos para escapar de los calabozos del Penal y sorprendieron por la "picardía’ de los fugitivos.

El sábado 19 de junio pasado un preso condenado por robo a mano armada se escapó haciéndose pasar por su hermano, que quedó en la celda y pasó a un calabozo, igual que otra hermana y la concubina de otro preso, sospechada de prestar su bebé para que el reo lo llevara en brazos y no despertara sospechas. Este diario recopiló los cinco casos más insólitos de fugas en los últimos 12 años, que dejaron en evidencia las fallas de seguridad en los controles de entrada y salida de personas en el Penal de Chimbas.