Unos 430 kilos de carne que podrían ser de caballo, balanzas, ganchos, freezers, máquinas moledoras, bolsas y otros elementos de carnicería, además de dos armas de fuego, le secuestraron este viernes a Marcial Gil, hermano del exintendente caucetero Julián Gil, a quien detuvieron y lo acusan de haber montado en Caucete un comercio ilegal de carne de dudosa procedencia, dijeron fuentes judiciales.
Marcial es hermano de Julián Gil, cuyo mandato se extendió de 2015 hasta 2019. Durante la gestión de su hermano, Marcial se desempeñó como Jefe de Compras. Su pareja, Paola Cepeda, es actualmente concejal de la oposición en el departamento que comanda Romina Rosas.
Este diario accedió a la trama secreta de cómo cayó el sospechoso. Los pesquisas de la División Policía Rural tenían el nombre de Marcial Gil entre ceja y ceja por presunto cuatrerismo. Cerca del mediodía de este viernes los investigadores se apostaron en las inmediaciones de La Plata y Rastreador Calívar, en la zona de La Puntilla, en las afueras de Caucete. Tenían el dato que allí, frente a la Bodega Arenas y en el mismo predio donde hay un hotel alojamiento que está en construcción, funcionaba la carnicería clandestina del sospechoso.
La primera certeza llegó cuando interceptaron allí cerca el auto Renault 9 de un hombre que dijo ser de Rawson y que admitió que había salido del "local" de Gil. En el baúl, sin ninguna medida sanitaria, llevaba aproximadamente 70 kilogramos de carne que, según explicó, le habían vendido en ese lugar sin entregarle ningún comprobante o factura.
Para peor, el hombre rawsino reveló a los pesquisas que la carne no era de vaca, sino de caballo, y les dijo que luego era mezclada con grasa y vendida a puestos de comida callejera.
Ese "cliente" actualmente está demorado, de manera preventiva, en dependencias de la Policía Rural N°3. Lo concreto es que los investigadores, bajo órdenes de la jueza Luciana Salvá, titular del Juzgado de Paz de Caucete, procedieron a allanar la propiedad de Gil y allí descubrieron que tenía montada una especie de carnicería en el interior de un salón.
Cuando los policías irrumpieron en el lugar estaba Marcial Gil con sus dos hijos mayores de edad. El hermano del exintendente nada pudo decir para justificar tremenda actividad ilegal. Según fuentes judiciales, además de que el comercio no está declarado ni inscripto como corresponde, no contaba con medidas de seguridad ni mucho menos sanitarias.
Los aproximadamente 430 kilos de carne estaban congelados en varios freezers. Personal especializado en bromatología no pudo especificar en el lugar si se trataba de carne de caballo, por lo que se mandó a analizar, indicaron las fuentes del caso.
Por otro lado, los uniformados encontraron dos armas de fuego, precisamente una escopeta calibre 16 y un rifle calibre 22. Por ese hallazgo intervino el fuero de Flagrancia, por lo que en las próximas horas Gil será juzgado por la presunta tenencia ilegal de las mismas, señalaron los voceros.
El lugar fue clausurado y Gil detenido, mientras que sus hijos zafaron pues toda la evidencia recolectada hasta el momento apunta a que Marcial era quien comandaba ese negocio clandestino. La hipótesis de los investigadores es que hasta su local llegaban comerciantes de casi toda la provincia, indicaron. Y que él faenaba los animales y les vendía la carne.