A plena luz del día, motochorros asaltaron en Rawson a una mujer que se dirigía en bicicleta a entrenar y le robaron el celular. Fue un ataque violento, porque en el forcejeo la tiraron y ahora la víctima atraviesa un drama porque le quebraron el hombro derecho, no lo puede mover y tiene que someterse a una cirugía para que le coloquen una prótesis y de esa manera poder recuperar la movilidad. La víctima se llama Yamila Fiori (40). Ayer estaba con mucha bronca porque el problema en el hombro le impedirá desempeñarse en su trabajo como acompañante terapéutica. Y tampoco podrá jugar al hockey sobre césped en el club Los Andes, a donde el miércoles se dirigía cuando la asaltaron.
Más temprano, otra señora fue agredida en Ruta 40 y Oro, Chimbas, por un sujeto que la asaltó.
Según su versión, todo ocurrió a eso de las 16.45, en Salvador María del Carril y Jujuy, muy cerca del CAPS René Favaloro (La Rotonda). Apenas unos minutos antes había salido de su casa, ubicada a un par de cuadras, sin imaginarse que iba a ser blanco de dos motochorros que se le pusieron a la par en una 110 cc color oscuro. Ella dice que en ese momento de adrenalina no se dio cuenta, pero testigos luego le confirmaron que en la moto iba una mujer como acompañante. Esa delincuente fue quien le arrebató el celular Samsung J7 Prime que llevaba en la mano. "Empecé a gritar, sin soltar el celular. Ahí el de la moto aceleró, perdí la estabilidad y no me quedó otra que soltarlo porque si no me arrastraban", relató Fiori. La mujer no pudo mantener el equilibrio y fue derribada, con tanta mala suerte que estrelló contra el asfalto toda la parte superior de su cuerpo. En el pómulo derecho sufrió raspones, al igual que en ambas manos. Pero lo más grave fue la lesión en su hombro, que en la caída soportó todo el peso del cuerpo. "Me dolía horrores el hombro y la cabeza, me di con todo contra el asfalto. Intenté hacer algo pero me fue imposible, no me podía mover. Me quedé ahí hasta que llegó la ambulancia", contó.
La víctima fue trasladada al Hospital Rawson y una tomografía confirmó la fractura del troquíter derecho, un pequeño hueso ubicado sobre el húmero. Los médicos le explicaron que eso se soluciona con el implante de un tornillo. "Fue un muy mal momento, uno nunca piensa que le puede pasar. No tengo miedo, tengo bronca… deberían ir a trabajar y no andar robando a los laburantes. Ese celular ni siquiera vale mis golpes", se quejó.

