Quebrada, con la voz entrecortada y la mirada perdida. Zahida Balmaceda (24), la mamá de la pequeña Camila Evelyn, parecía no caer que su hija de 4 años había fallecido. Repitió una y otra vez que “tenía fe, siempre tuve fe”.
La mujer estuvo todo el tiempo en el Hospital de Niños, desde el momento que pasó el desgraciado hecho que terminó con su hija con una bala en la cabeza. “Le entró por acá y se le alojó más arriba”, graficó mientras se señalaba la sien izquierda.
“Yo soy muy creyente y confiaba en Dios, aún cuando los médicos no me daban noticias alentadoras”, contó mientras mostraba una foto de Evelyn en el celular tomando un helado.
Cuando se le consultó que pasaría si tuviera enfrente al autor del disparo, la mujer se mostró calma: “No puedo hacer justicia por mano propia, pero Dios se va a encargar de hacer justicia”, dijo