El perfil de la niñera era el ideal. Experimentada, con una familia constituida, madre de una nena (tiene una enfermedad por la que requiere estricto cuidado) y, según dijo, necesitada del empleo. Poco pasó para que decidiera ponerle “en libros”. Esta mamá, que trabaja desde bien temprano, dejó en manos de N.Q. de 33 años el cuidado de sus dos hijos, ambos varones, por entonces de 13 y 2 años. Necesitaba alguien de confianza mientras ella trabajaba y creyó en esta mujer.
Mientras cumplió la tarea de niñera, la madre de los chicos no sospechó nada. Un conflicto laboral terminó rompiendo el vínculo. Ese fue el momento, hace apenas unas semanas atrás, cuando el chico -de ahora 14 años- decidió contarle a su mamá el martirio que sufrió con la niñera. El relato luego lo llevó a la Justicia, a través de la Cámara Gesell, la semana pasada, según contaron a este diario fuentes judiciales.
El niño no se ahorró en detalles. Habló de “entre 8 y 10 veces” donde lo abusó. Que la primera vez fue bien temprano, como a las 8, cuando se le metió a la cama y lo empezó a tocar para estimularlo. Incómodo, el niño le preguntó: “¿qué hacés? Andá de acá”. Fue apenas el inicio.
La mujer fue por más. Frases con alto contenido erótico, roces y buscar los momentos donde el niño se cambiaba para observarlo desnudo fueron una constante. En una de esas oportunidades le practicó sexo oral. Cada vez que terminaba un abuso, la mujer –“grandota” y de voz firme- le dejaba claro que no debía contarle a su mamá.
N.Q. siguió valiéndose de la inmadurez del niño para hacerle entender que no era “nada malo” lo que hacían. Así fue como lo terminó violando, en la cama del chico. Cada mañana, según relató el menor, lo “buscaba”. No sabía cómo zafar. A veces la mujer utilizaba su fuerza para contrarrestar cualquier intento del chico por evitar la situación. Creen que se dio por varios meses.
Intentó decirle a su mamá que prefería estar con algún amigo en las mañanas, pero creyó que se trataba de un capricho adolescente y que su hijo debía estar al cuidado de la niñera.
A esta niñera, si la causa avanza, puede recaerle una dura pena por tener sobre el menor un rol en el que debía preservar la integridad. No se descarta que se ponga el foco en el menor de 2 años, para saber si corrió la misma suerte que su hermano más grande.