Tenía 23 años y vivía con sus padres en calle 12, entre Ruta Nacional 40 y la avenida Joaquín Uñac (más conocida como Mendoza). Ir al gimnasio en moto y volver a su casa era una cosa más a cumplir en su rutina, pero ayer fue lo último que intentó hacer Ayelén Castro. Cuando quiso girar para ingresar a su domicilio, un hombre en un vehículo la embistió con tanta violencia, que sentenció sus días: Ayelén murió cuando los médicos del hospital Guillermo Rawson intentaban hacer todo lo posible para salvarla, dijeron fuentes policiales y judiciales.
El accidente tuvo detalles estremecedores, porque la propia madre de la víctima escuchó el estruendo y cuando a salió a ver se topó con la dolorosa escena de ver a su hija prácticamente sin ninguna reacción tirada en el piso.
Todo pasó sobre el mediodía de ayer, cuando Ayelén Castro transitaba hacia el Este por la Calle 12 a bordo de una Motomel 200 cc. Detrás suyo, en la misma dirección, circulaba Adolfo Kappes (60 años) en una Renault Kangoo, indicaron los voceros.
Ayer, el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales Adrián Riveros con sus colaboradores Nicolás Schiattino, Roxana Fernández, Cintia Segura, personal de Criminalística y de la seccional 7ma recolectaban toda la evidencia para determinar si la joven puso o no el guiñe para advertir que iba a girar hacia el Norte con la idea de entrar a su casa, algo que jamás consiguió porque tras el impacto fue arrastrada varios metros y la moto fue a parar a un zanjón.
El análisis de una cámara de seguridad es clave para determinar la suerte de Kappes como sospechoso de un homicidio culposo.