Un total de seis heridas con un cuchillo recibió Yanina Pérez (41 años). Cinco en la parte frontal de su torso (pecho y costillas) y un corte en el rostro. Era empleada municipal y, según su familia, trabajaba como encargada en el cementerio de Angaco. Justamente en la puerta de ese lugar, situado en la calle Olivera, fue atacada ayer, alrededor de las 9,30. Quien la sentenció a muerte fue Omar Ariel Pérez (38 años, alias "Guascazo"), un sujeto que ya contaba con una condena de 1 año por haber herido de cinco puntazos a otra mujer, el 14 de enero de 2020. Los familiares de la víctima y los propios policías del lugar aseguraron que Pérez es un sujeto conflictivo, con otros antecedentes en causas ligadas al robo de animales.
Según voceros de la investigación, al menos un compañero de la víctima en el cementerio vio cuando el "Guascazo" apuñaló a la mujer y se fue caminando, "como si nada". Ese mismo municipal la cargó en un vehículo y la trasladó hasta el hospital departamental, pero allí nada pudieron hacer porque llegó sin vida, indicaron.
Ayer, Omar Pérez era buscado en los campos de Angaco y San Martín por efectivos de distintas áreas de la Policía (incluida la Policía Montada y Canes), encabezados por el propio subjefe, Diego Morales. Otro grupo de investigadores al mando del comisario general, Ángel González, intentaban dar con posibles lugares donde Pérez pudo buscar ayuda para poder seguir en la clandestinidad.
"Sólo pido que se haga justicia, que pague el que tenga que pagar por lo que le hicieron", dijo visiblemente conmovido Marcelo Gómez, pareja de la víctima, quien era madre de cuatro hijos y abuela de tres chicos. Muchos de sus parientes habían llegado ayer hasta el hospital, sin poder creer el trágico fin que tuvo.
Para los investigadores al mando el fiscal coordinador Adrián Riveros, y sus ayudantes Sebastián Gómez, Leonardo Arancibia, César Recio y Agostina Zalazar (UFI de Delitos Especiales), hasta ayer todo indicaba que entre la víctima y el "Guascazo" había una relación sentimental. "Eso aseguran algunos testigos", precisó un pesquisa.
Y al parecer, un desacuerdo en el marco de esa supuesta relación motivó la violenta y desmedida reacción de Pérez.
Por eso ayer ya se analizaba atribuirle un homicidio con dos agravantes, el del supuesto vínculo sentimental con la víctima y el de la violencia de género. Para ese delito, sólo está prevista la pena máxima, perpetua.