Luego de que se conozca que Maximiliano Babsía, el médico que operó de amígdalas a Julieta Viñales a principios de 2020, fue procesado por homicidio culposo sin prisión preventiva, la mamá de la víctima aseguró tener "sentimientos encontrados".
La medida fue tomada en las últimas horas por el juez Eduardo Raed, luego de extensas pruebas, pericias médicas y testimoniales de profesionales que intervinieron en la sitación, desde la intervención quirúrgica hasta la última internación de la chica.
Al respecto, Cyntia Aboal expresó a este medio que "por un lado, tengo la alegría de haber dado este gran paso porque no tenía dudas de que (Babsía) iba a quedar imputado porque no habia forma de que pudiera quedar absuelto, pero por otro tengo con mucha bronca porque todo se podría haber evitado".
En ese sentido, la mujer dijo que "si el hubiese actuado como corresponde, guiándose por lo que le decían los medicos de guardia, mi hija estaría viva. Pero su soberbia se lo impidió".
Ahora, resta esperar si los abogados de Babsía apela la decisión judicial y será la Cámara quien deba resolver.
El caso
A finales de 2019, Julieta Viñales regresó a San Juan desde Buenos Aires, donde se había instalado para estudiar medicina, para pasar las fiestas de fin de año en familia y además someterse a una operación de amígdalas por la simplicidad de la intervención y la rapidez de su recuperación. Sin embargo, una presunta mala praxis le costó la vida 25 días después.
El 10 de febrero de 2020 la joven de 18 años ingresó al quirófano de una clínica privada sanjuanina de nariz, garganta y oído. Tres días después recibió el alta médica y regresó a su casa. Babsía le realizó una revisión de rutina y aseveró a la familia que todo marchaba bien.
Pero la situación se complicó y Julieta se descompensó, vomitó sangre y fue trasladada de urgencia al Hospital Marcial Quiroga. Allí hubo un primer contacto telefónico con su médico quien dijo que "se trataba de una hemorragia postquirúrgica y que en algunos casos es normal". Al otro día la derivaron al Hospital Guillermo Rawson donde fue visitada por Babsía e insistió con que "estaba todo bien".
Pero la madrugada del 16 de febrero sufrió un paro cardíaco y debió ser reanimada. Ahí se constató que era una fisura en la arteria carótida lo que produjo el paro, el tiempo sin oxigenación fue suficiente para que Julieta quedara con muerte cerebral. Finalmente, a las 23:40 del 3 de marzo su corazón dejó de latir.

