Rosa Videla se abstuvo de dar ayer su versión de los hechos sobre un caso espeluznante: el salvaje crimen de la ex de su novio, María Cristina Olivares, quien murió de más de 180 puñaladas, informó ayer Eduardo Cáceres, abogado de la familia de la víctima.
Videla fue asistida por la defensora oficial Amalia Sosa de Carelli, pero fuentes judiciales aseguraron que la joven pidió la asistencia de Juan Bautista Bueno, quien ayer estaba en Mendoza y, al menos hasta anoche, dijo no haber recibido ninguna propuesta para defender a quien es la principal sospechosa de cometer ese homicidio por cuestiones pasionales.
Además de Videla están presos su novio y ex de la víctima, Miguel Palma, una cuñada de Rosa, Noelia Corvalán, y un hermano de la supuesta homicida, Ramón Videla, este último acusado de encubrimiento.
Corvalán ya declaró y vinculó en la maniobra homicida a Rosa y Palma, en una versión que dejó bastantes dudas porque se desligó completamente de cualquier participación en el homicidio.