El femicida y homicida que mató a dos mujeres y a un niño en el barrio Escorihuela tenía una doble vida. 

 

Se llamaba José Patricio Moilina, pero también usaba un “seudónimo”: José Giménez. El asesino usó violencia extrema para acabar con la vida de María Soledad Bueno, Lautaro Valentino Vega y Mónica Outeda. El niño habría muerto por ahogamiento, mientras que a las mujeres las mayó a golpes. Luego prendió fuego la casa para simular una muerte accidental y, tras ser descubierto, se quitó la vida.

 

Pero antes siguió con raid femicida. Según aseguraron allegados a la familia, luego de matar a las tres personas amenazó a su ex esposa. La mujer, que al parecer ya había presentado denuncias contra Molina, denunció el hecho y está bajo custodia policial.

 

No es el único antecedente de Molina pues, según la fiscal Claudia Ríos, desde el año 1997 tiene prontuario. Tenía antecedentes de 1997 por daños, de 2010 por robo, de 2013 por desobediencia a la autoridad y de octubre de 2017 por hurto simple.

 

El asesino fue hallado ahorcado en la casa de una familiar, en Maipú. La policía lo encontró aún con signos de vida. Pero falleció en el Hospital Central.

 

La causa penal podría extinguirse por la muerte del único sospechoso.