"No he sido autora de ningún acto delictivo como se me ha endilgado", afirmó ayer en sus últimas palabras la exdirectora Paola Fabiana Salvatierra, totalmente quebrada, buscando conmover al juez Alberto Caballero, que de igual manera tras un cuarto intermedio la condenó a 3 años de prisión en suspenso, es decir, sin encierro, por haber falsificado documentos públicos para que de manera irregular consiguieran su título secundario cinco alumnos (incluido un hijastro) y para darle horas cátedra a una docente en la escuela donde ella era la máxima autoridad, la Presidente Néstor Kirchner, ubicada en Albardón.

El monto es el mismo que había pedido el lunes el fiscal coordinador Iván Grassi (UFI Delitos Especiales), aunque en su caso pretendía que el cumplimiento fuera efectivo. Sin embargo, ayer se mostró conforme, a diferencia de los defensores Martín Zuleta y Gabriel González, quienes habían solicitado la absolución. Anoche adelantaron a este diario que luego de conocer los fundamentos apelarán la resolución del magistrado.

Salvatierra además fue inhabilitada por 6 años para ocupar cargos públicos. Ayer abandonó rápidamente Tribunales, sin querer hablar con la prensa. Sin embargo, sí se explayó en sus últimas palabras, donde buscó instalar que siempre actuó de buena fe. "He trabajado mucho por la educación, particularmente por las políticas públicas y por los derechos humanos", dijo casi al comienzo de su testimonio. "Solamente he hecho lo que se me ha designado hacer como director de una escuela. Y fundamentalmente jamás me he olvidado que el director debe tener presente que son seres humanos los que tiene a cargo en su institución escolar", agregó luego.

El caso fue denunciado por autoridades del Ministerio de Educación el pasado 23 de abril, luego de una averiguación interna. Salvatierra fue detenida el 5 de mayo y pasó dos meses presa, hasta que la excarcelaron. Fiscalía siempre sostuvo que actuó en complicidad con la preceptora María Natalia Arroyo (ver recuadro). Para los acusadores ambas montaron un plan en el que adulteraban y falsificaban legajos, registros, planillas y diversas documentaciones que permitían el ingreso ilegítimo de alumnos al establecimiento, como así también obtener el título sin haber cumplido con los requisitos básicos de asistencia o aprobación de materias. Los investigadores descubrieron que 5 alumnos, entre 2015 y 2020, se egresaron de manera irregular, con el agravante de que uno de ellos es hijastro de Salvatierra.

Por otro lado, la exdirectora también fue autora de las falsificaciones que permitieron darle horas cátedra a un docente.

 

La misma pena que recibió la preceptora

El castigo a la exdirectora Salvatierra es el mismo que había recibido la preceptora María Natalia Arroyo. Ella había acordado esa pena en un juicio abreviado realizado el 18 de mayo pasado y homologado por el juez Diego Sánz. Esa vez Arroyo admitió que estampó su firma en los documentos que de manera falsa acreditaron que los cinco alumnos cumplieron con todos los requisitos para recibirse. Y al salir se alejó de Tribunales con graves críticas al proceso, pues consideraba que la supervisora y el vicedirector debían ser investigados: "Él (por el vicedirector) se lava las manos pero todos sabían lo que pasaba en la institución", había dicho. También había afirmado que ella solamente cumplía órdenes.